La Fiesta Nacional es una de esas ocasiones cuando el público presencia conversaciones informales entre representantes institucionales y políticos. Ha sido el caso de los candidatos a la Presidencia del Gobierno: el popular Mariano Rajoy y el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba han conversado durante diez minutos antes del comienzo del desfile. Ambos han hablado "de la dura campaña y de deportes", según fuentes próximas a la conversación, sin referirse en ningún momento a la atleta Marta Domínguez, candidata del PP al Senado y sospechosa de dopaje.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recibido algunos pitidos por parte del público cuando ha salido a recibir a los Reyes, que han presidido el desfile de las fuerzas armadas. Algunos de los presentes han abucheado al jefe del Ejecutivo, como en ediciones anteriores aunque con menor intensidad, al verle en las pantallas que, por primera vez, retransmiten el acto a los que presencian el paso de las Fuerzas Armadas. "Zapatero, devuélvenos España", le han gritado al líder socialista durante el desfile. Acabado el acto, parte del público abucheaba a todos los coches oficiales (de cristales tintados que impiden ver a los ocupantes) por si en alguno de ellos viajaba el presidente.
La ministra Chacón también ha sido insultada por algunos cuando las pantallas mostraban su imagen. Algunos ha respondido a los gritos de "Zapatero, dimisión" a la voz de "fuera, fuera" en protesta por los abucheos.
Los organizadores han pedido por megafonía respeto en los momentos más solemnes del desfile —el himno, el homenaje a los caídos y a la bandera— para evitar las pitadas y abucheos al Gobierno de Zapatero de los últimos años y por los que el Rey mostró su malestar el año pasado.
Al acto han faltado cinco ministros: José Blanco (portavoz y Fomento), Ramón Jáuregui (Presidencia), Valeriano Gómez (Trabajo), Leire Pajín (Sanidad), Rosa Aguilar (Medio Ambiente). También se han ausentado ocho presidentes autonómicos incluidos el catalán Artur Mas, el vasco Patxi López o el andaluz José Antonio Griñán. Junto a los Reyes, también han estado los Príncipes y las infantas.
Este 12 de octubre han desfilado por la capital más de 3.000 militares, 147 vehículos y 55 aeronaves. Don Juan Carlos ha pasado revista a las tropas desde un vehículo militar descapotable. La conmemoración de este año ha sido más austera y más civil, ha explicado antes del desfile la ministra de defensa, Carme Chacón. Hasta ahora la fiesta se limitaba al desfile militar, que en esta edición ha ampliado su recorrido. Este año, por primera vez, también han abierto sus puertas gratis los museos estatales. Esa apertura y la instalación de sillas en las tribunas porque los médicos han recomendado al Monarca, que se recupera de una operación en el tendón de aquiles, que no haga esfuerzos.
Entre el público también ha habido este años, como en citas previas, gente que ha enarbolado banderas franquistas.
El evento ha incluido el tradicional sobrevuelo de aviones caza que dibujan la rojigualda y la presencia de la Legión con su mascota, la cabra Gero, adiestrada para el evento.
Una vez concluido el desfile, se celebra una recepción en el Palacio Real pero, en esta ocasión, no habrá saludo de la familia real a cada uno de los invitados para evitar que don Juan Carlos esté tanto tiempo de pie.