(AFP) - Una delegación de la Agencia Internacional de la Energía Atómica
(AIEA), encabezada por su inspector jefe, inició este domingo en Irán
una visita de tres días para esclarecer todas las “cuestiones
importantes” pendientes sobre el programa nuclear de la República
Islámica.
Durante su estancia de tres días en Irán, el jefe de los inspectores
de la Aiea, el belga Herman Nackaerts, prevé reunirse con responsables
iraníes, indicó la agencia iraní IRNA.
Entre los expertos de la Aiea figura el número dos de la agencia,
Rafael Grossi. La agencia añadió que los miembros de la delegación
“visitarán probablemente Fordo”, la segunda planta de enriquecimiento de uranio
de Irán, al sur de Teherán.
La Aiea indicó el 9 de enero que Irán empezó la controvertida
producción de uranio enriquecido al 20% en Fordo, un búnker subterráneo
en una montaña y difícil de atacar. Enriquecido al 90%, el uranio puede servir
para fabricar el arma atómica.
Fuentes diplomáticas en Viena indicaron que también la estadounidense
Peri Lynne Johnson, directora de asuntos jurídicos de la agencia, forma
parte de los observadores.
El presidente del parlamento iraní Ali Larijani aseguró el domingo que la
visita de esta delegación de la AIEA permitirá “probar” la voluntad de la
agencia onusiana de “corregir su actitud”, que Teherán considera sesgada.
“Esperamos de la Aiea que cambie su actitud (…) y haga un trabajo
técnico”, declaró Larijani, citado por la televisión de Estado. Si la
AIEA “se transforma en un instrumento (político de los occidentales) entonces la
República islámica se verá obligada a reflexionar sobre sus relaciones” con esta
agencia, añadió.
Por su parte, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Ali Akbar Salehi,
actualmente en la cumbre de la Unión Africana en Adís Abeba, se declaró
“optimista” sobre la visita de la delegación de la Aiea.
“Hemos tenido siempre una larga y estrecha colaboración con la
agencia y siempre hemos mantenido la transparencia como uno de nuestros
principios de trabajo con la agencia”, declaró el ministro.
Nackaerts había declarado el sábado en Viena, antes de emprender viaje, que
esperaba que Teherán reanude el diálogo con la AIEA.
“Estamos impacientes por iniciar el diálogo, un diálogo que
debería haberse producido hace ya mucho tiempo”, declaró a los periodistas en el
aeropuerto de Viena.
“Esperamos que Irán discuta con nosotros una posible dimensión
militar” de su programa nuclear, añadió. Este punto fue tratado en
noviembre de 2011 en el informe de la última delegación de la AIEA. Su
publicación conllevó un aumento de la presión de Estados Unidos y la Unión
Europea sobre Irán.
Las grandes potencias occidentales sospechan que Irán busca dotarse la bomba
atómica, aunque las autoridades iraníes lo niegan.
Irán, que reitera el carácter exclusivamente pacífico de su programa
nuclear, es objeto de sanciones por parte de Naciones Unidas.
Las últimas negociaciones con Irán se saldaron con un fracaso, en
enero de 2011 en Estambul. Las grandes potencias (Estados Unidos,
Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania) querían centrar las
conversaciones en el programa nuclear iraní. Teherán, en cambio, quería que las
negociaciones incluyeran también cuestiones de seguridad regional e
internacional.