AFP-El Salón del Automóvil de Detroit se abre
este lunes marcado por el optimismo, en plena reactivación de las ventas de
vehículos en Estados Unidos tras años de dolorosa reestructuración y de una
crisis económica seguida por graves problemas de suministro el año pasado.
Este año, el espíritu de los fabricantes de autos es "optimista y muy
competitivo", constató Michelle Krebs, analista de la página especializada Edmunds.com.
Los tres fabricantes de vehículos de Detroit (norte) competirán en los meses
futuros por mantener, o incrementar, sus recientes ganancias de cuotas de
mercado, logradas gracias a una renovación total de sus productos.
Toyota y Honda tratarán de ganar el terreno perdido en 2011, año en que su
producción permaneció suspendida durante semanas y su cadena de almacenamiento
se vio seriamente perturbada por el terromoto y posterior tsunami en Japón, así
como por las inundaciones en Tailandia.
"El problema es que perdieron de forma duradera parte de su mercado, porque
la competencia hizo grandes progresos", señaló Jesse Toprak, analista del sitio
especializado TrueCar.com. A medida que la disponibilidad de autos japoneses
disminuía el año pasado, los "consumidores que habrían elegido un Toyota o un
Honda compraron finalmente otros autos y se dieron cuenta de eran tan buenos o
incluso mejores".
Las empresas coreanas Hyundai y Kia, que fueron las más beneficiadas por la
crisis, captaron a los consumidores interesados en vehículos más económicos y
ahora buscan mantener su crecimiento.
En el mercado de los vehículos de alta gama, los fabricantes alemanes quieren
continuar su dominio. BMW y Mercedes lograron arrebatar a Lexus el título de
marca de autos de lujo más vendida en Estados Unidos en 2011, beneficiándose de
los problemas de aprovisionamiento de la filial de Toyota.
El gigante alemán Volkswagen intenta, por su parte, doblegar a Toyota, y en
segundo lugar a General Motors (GM), para convertirse en el número uno mundial
del sector.
En todo caso, se espera que este año los fabricantes saquen provecho del
mercado estadounidense, donde más de un vehículo de cada cinco en circulación
tiene más de diez años, lo que supone que 50 millones de autos tendrán que ser
reemplazados en los próximos años.
Fabricantes y analistas esperan lograr ventas de 13,5 a 14,5 millones de
vehículos en Estados Unidos este año, mejorando los 12,8 millones de unidades en
2011 y 11,6 millones en 2010.
Son cifras, sin embargo, bastante más bajas que los de 15 a 17 millones de
vehículos vendidos cada año en la década precedente a la caída del sector
automovilístico en 2008, pero este crecimiento moderado debería ser suficiente
para que GM, Ford y Chrysler sigan registrando amplios beneficios.
"Este ritmo de crecimiento es bueno para el sector y para el país", estimó el
miercoles uno de los responsables de ventas de GM, Don Johnson, al anunciar un
alza del 13% de las ventas de los fabricantes con respecto al año previo en
Estados Unidos.
"Esto da a la industria la oportunidad de realmente institucionalizar la
disciplina que nos ha permitido prosperar en volúmenes más bajos de venta",
destacó.
GM, el número uno estadounidense que entró en bancarrota en 2009 y se
reestructuró gracias a una ayuda gubernamental de 60.000 millones de dólares,
logró recaudar 7.100 millones de dólares durante los nueve primeros meses de
2011, luego de registrar 4.700 millones de ventas en 2010.
Chrysler, controlado por el fabricante italiano Fiat después de su salida de
la quiebra en 2009, reanudó sus beneficios el tercer trimestre de 2010, ganando
211 millones de dólares luego de tres años de pérdidas colosales.
Ford, el único fabricante estadounidense que no quebró ni recibió ayuda
gubernamental, logró sumar dos trimestres de beneficios, lo que hace un total de
16.000 millones luego de una enorme reestructuración.
El Salón del Automóvil de Detroit, cuyo nombre oficial es Salón del automóvil
internacional de América del Norte (NAIAS, por su sigla en inglés), abre el
lunes sus puertas a profesionales y prensa durante dos días y luego al gran
público del 14 al 22 de enero.