EFE-Una flotilla de buques de la Armada rusa
encabezada por el portaaviones "Almirante Kuznetsov" llegó hoy al puerto sirio
de Tartus, en medio de los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de
seguridad y la oposición.
"(Los buques) Atracaron en el puerto de Tartus
con fines de abastecimiento", informó hoy un portavoz del Ministerio ruso de
Defensa a la agencia Interfax.
La flotilla está integrada también por el
destructor "Almirante Chabanenko", la fragata "Ladny", el barco de salvamento
"Nikolái Chiker" y el buque cisterna "Lena".
"Una vez abastecidos, los
buques abandonarán aguas sirias el 9 de enero y proseguirán el cumplimiento de
su misión", apuntó la fuente castrense.
A diferencia de los otros buques,
el "Almirante Kuznetsov", que porta ocho cazas Su-33 y doce misiles de crucero
Granit, no pudo acceder al puerto sirio debido a su gran tonelaje.
Según
las agencias rusas, la prensa oficial siria se congratuló hoy de la llegada de
los buques rusos, que describió como una clara muestra de apoyo al país árabe,
escenario desde hace meses de violentos enfrentamientos entre las autoridades y
la oposición al régimen de Bachar al Asad.
La Armada rusa informó sobre
la visita a finales del pasado año: "La travesía de los buques rusos hasta
Tartus no debe interpretarse como una especie de reacción ante lo que ocurre en
Siria".
Mientras, el almirante Víctor Krávchenko, antiguo jefe del Estado
Mayor de la Armada Rusa, opina que la presencia de buques rusos en las costas
sirias conminará a Occidente a adoptar decisiones que pongan en peligro la
estabilidad de la región.
"La presencia de cualquier fuerza militar,
además de la OTAN, es muy útil para la región, ya que impedirá el estallido de
un conflicto militar", dijo.
Rusia se opone a la injerencia externa y al
uso de la fuerza contra Siria, como ocurrió en Libia, y ha adelantado que
rechazará cualquier propuesta de resolución que incluya sanciones contra el
régimen de Asad.
En el Mediterráneo los buques rusos se encontrarán con
la VI Flota estadounidense, que incluye el novísimo portaaviones atómico "George
Bush".
El puerto sirio de Tartus, que acogió una base soviética en
tiempos de la Guerra Fría, es actualmente un centro de mantenimiento y
abastecimiento para la Flota rusa del mar Negro.
Actualmente, la base
alberga a unos 600 militares y técnicos del Ministerio ruso de Defensa y está
siendo rehabilitada para que cruceros y portaaviones rusos puedan atracar en su
seno.
Según los analistas, Rusia perdió miles de millones de dólares en
contratos militares debido a la guerra en Libia y no quiere que le pase lo mismo
con Siria, uno de sus principales aliados y clientes de la industria
armamentista rusa en el mundo árabe.
Moscú confirmó en diciembre la
entrega a Damasco de sistemas móviles lanzamisiles costeros "Bastión" y misiles
de crucero antibuque "Yajont" en virtud de un contrato firmado en 2007, lo que
provocó las protestas de Israel.