El ministro francés de Asuntos Exteriores,
Alain Juppé, negó hoy que su país esté prestando ayuda militar a la oposición
siria y descartó una intervención armada de la comunidad internacional, que
podría degenerar en una guerra civil.
Preguntado sobre si Francia y el
Reino Unido han enviado comandos especiales o armas a los combatientes de la
oposición siria, Juppé contestó tajante "en absoluto", durante una entrevista a
la emisora de radio "Europe 1".
Y sobre el hecho de que esos combatientes
dispongan de armamento, aventuró que se han hecho con material del ejército del
que algunos han desertado, y también que han podido obtener por la vía del
tráfico de armas.
El ministro francés, que esta tarde se desplaza a Nueva
York para apoyar ante el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución que ha
presentado Marruecos y sustentada en la iniciativa de la Liga Árabe, indicó que
su objetivo es "hacer la presión máxima".
Dijo que no está seguro sobre
las posibilidades de que esa resolución salga adelante -"lamentablemente"-, ya
que "estamos bloqueados por un cierto número de países, y principalmente por
Rusia".
El ministro puso el acento en que el cambio ahora viene de la
Liga Árabe con su plan de transición, que descarta del poder al presidente
sirio, Bachar al Asad, que a su juicio "no es posible que siga" porque "tiene
sangre en las manos".
En cuanto a la posibilidad de una intervención
armada de la comunidad internacional en Siria como se hizo en Libia, el jefe de
la diplomacia francesa lo excluyó porque "las cosas son muy diferentes" en esos
países: "por ejemplo en Siria hay comunidades que son antagonistas y toda
intervención podría conducir a una guerra civil".
EFE