El invento, descrito en Science, se ha fabricado con un material superconductor de alta temperatura, que se puede refrigerar fácilmente con nitrógeno líquido, y se ha recubierto de una aleación de hierro, níquel y cromo. Esta "sencilla y accesible" fórmula es suficiente para construir una auténtica capa de invisibilidad, eso sí, al campo magnético.
"Hasta hace diez años la invisibilidad era ciencia ficción, pero desde hace una década ha pasado a formar parte del ámbito de la ciencia, y nuestra investigación es un paso en la dirección correcta en esta carrera para conseguirla", explica Àlvar Sánchez.
Las posibles aplicaciones de este mecanismo, permitiría ayudar a la medicina en tareas como "ocultar" los marcapasos en los pacientes que deban someterse a resonancias magnéticas o en seguridad detectores de metales, entre otras posibilidades por descubrir.
EFE