El austriaco tardó en total más de 8 minutos en tocar el suelo. Para poner en perspectiva lo impresionante que es la hazaña, un Boeing 747 vuela a una altura aproximada de 14 km en la atmósfera. El esfuerzo está siendo realizado en conjunto con Red Bull, quienes se encargaron del diseño de la cápsula y del traje presurizado que usó el aventurero.
Sin embargo, este salto no se compara con el que tiene planeado, pues la meta final será de 37 kilómetros de altura, poniéndolo en el eje de la estratosfera. Al saltar, caerá durante 5 minutos y 30 segundos y romperá la barrera del sonido en el proceso, antes de abrir su paracaídas a una altura de kilómetro y medio.
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