Connyland, un zoológico en Suiza ubicado en la localidad de Lipperswil fue alquilado en noviembre pasado para una fiesta “rave” de un fin de semana, durante la celebración, Shadow y Chelmers, dos delfines murieron.
Ambos murieron minutos después de haber ingerido buprenorfina, un sustituto de la heroína. Según información reseñada en el diario DailyMail, se desconoce si la sustancia fue administrada deliberadamente a estos mamíferos.
La buprenorfina le impidió a Shadow y a Chelmers subir a la superficie para tomar aire y les hizo perder su instinto de supervivencia.
Aunque no es la primera vez que el establecimiento se ve involucrado en este tipo de irregularidades, el parque es monitoreado por diversas organizaciones en pro del bienestar de animales. La compañía que gestiona el zoológico negó cualquier vínculo con el incidente.
Connyland fue acusado de violar las leyes suizas que protegen a los animales debido asupuestos tratos crueles contra los delfines exhibidos. Al menos un caso sigue pendiente en los tribunales.
Aunque en un principio la denuncia fue desestimada por la justicia de Suiza, un informe toxicológico filtrado a la prensa reveló que los dos animales murieron por sobredosis de buprenorfina.
“Fue horrible, no he podido dormir desde entonces”, recuerda Nadja Gasser, miembro del equipo que cuida los delfines en Connyland: “Cuando nos acercamos a la piscina para empezar el entrenamiento nos dimos cuenta de que Chelmers tenía problemas. Nos lanzamos al agua para ayudarle, pero él seguía moviéndose de un lado a otro y echaba espuma por la boca. Tardó más de una hora en morir, fue muy doloroso”.
