Los residuos plásticos en un área del norte del océano Pacífico se multiplicaron por cien en los últimos cuarenta años y provocaron cambios en la forma de vida de al menos un animal marino, según un estudio de la Universidad de California (EE.UU.).
El estudio, publicado hoy, se adentra en los posibles efectos en una zona del océano llamada "Gran mancha de basura del Pacífico", un basurero oceánico con altas concentraciones de restos plásticos y que, según estos científicos estadounidenses, ha generado efectos en, como mínimo, una especie animal.
Es el "Halobates sericeus", un insecto marino hemíptero que ha empezado en los últimos tiempos a depositar sus huevos en la parte superior de trozos de plástico, además de hacerlo en restos naturales como conchas marinas, plumas de aves o maderas, como tradicionalmente siempre ha hecho.
Este nuevo lugar donde poner sus huevos ha provocado un aumento de las densidades de huevos de este insecto en puntos del Pacífico Norte, segó lo que detectaron los científicos.
Este aumento de población ha podido tener consecuencias para otros animales conectados con estos insectos a través de la red trófica, como pueden ser los cangrejos que los cazan u otros insectos que también ponen huevos.
"Estamos viendo cambios en este insecto marino que pueden ser directamente atribuidos al plástico", advirtió la autora del informe, Miriam Goldstein.
La investigadora considera que la investigación "muestra un drástico aumento de plástico durante un período de tiempo relativamente corto y el efecto que tiene en un invertebrado común del Pacífico Norte".
El estudio habla de "una cantidad alarmante" de restos de basura generada por la especie humana en esta zona del Pacífico norte, situada en alta mar, en su mayoría fragmentos de plástico del tamaño de una uña que flotan a mar abierto a lo largo de miles de kilómetros, pero que son difíciles de ver a simple vista.
Este estudio complementa a otros del mismo equipo de investigadores sobre la situación de este vertedero oceánico y que apuntaron que uno de cada diez peces capturados en este área del Pacífico contiene plástico en su estómago.
Las investigaciones se iniciaron en 2009 y esta nueva revelación fue publicada hoy por la Universidad de California, en San Diego (EE.UU.).
El estudio, publicado hoy, se adentra en los posibles efectos en una zona del océano llamada "Gran mancha de basura del Pacífico", un basurero oceánico con altas concentraciones de restos plásticos y que, según estos científicos estadounidenses, ha generado efectos en, como mínimo, una especie animal.
Es el "Halobates sericeus", un insecto marino hemíptero que ha empezado en los últimos tiempos a depositar sus huevos en la parte superior de trozos de plástico, además de hacerlo en restos naturales como conchas marinas, plumas de aves o maderas, como tradicionalmente siempre ha hecho.
Este nuevo lugar donde poner sus huevos ha provocado un aumento de las densidades de huevos de este insecto en puntos del Pacífico Norte, segó lo que detectaron los científicos.
Este aumento de población ha podido tener consecuencias para otros animales conectados con estos insectos a través de la red trófica, como pueden ser los cangrejos que los cazan u otros insectos que también ponen huevos.
"Estamos viendo cambios en este insecto marino que pueden ser directamente atribuidos al plástico", advirtió la autora del informe, Miriam Goldstein.
La investigadora considera que la investigación "muestra un drástico aumento de plástico durante un período de tiempo relativamente corto y el efecto que tiene en un invertebrado común del Pacífico Norte".
El estudio habla de "una cantidad alarmante" de restos de basura generada por la especie humana en esta zona del Pacífico norte, situada en alta mar, en su mayoría fragmentos de plástico del tamaño de una uña que flotan a mar abierto a lo largo de miles de kilómetros, pero que son difíciles de ver a simple vista.
Este estudio complementa a otros del mismo equipo de investigadores sobre la situación de este vertedero oceánico y que apuntaron que uno de cada diez peces capturados en este área del Pacífico contiene plástico en su estómago.
Las investigaciones se iniciaron en 2009 y esta nueva revelación fue publicada hoy por la Universidad de California, en San Diego (EE.UU.).
EFE