A menor diversidad de flora y fauna, lo que se denomina biodiversidad, mayor riesgo de enfermedades relacionadas con el medioambiente. Según un trabajo que se publica en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), la disminución de la biodiversidad puede estar contribuyendo a la aparición de asma, alergias y otras enfermedades inflamatorias, entre las personas que viven en las ciudades.
De acuerdo con la investigación llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Helsinki, las pruebas indican que los microorganismo que habitan en la piel, en las vías respiratorias y en el intestino -microbioma- nos protegen contra las enfermedades inflamatorias, pero poco se sabe acerca de los determinantes ambientales del microbioma.
El equipo coordinado por Ilkka Hanski ha analizado si la disminución de la relación entre el hombre y la naturaleza y una reducción en la biodiversidad influye en la composición de las bacterias de la piel y en la sensibilidad a los alergenos en una muestra aleatoria de 118 adolescentes que viven en el este de Finlandia.
Mayor sensibilidad
Los resultados mostraron que las personas que viven en zonas rurales tenían una mayor diversidad de bacterias en la piel y una menor sensibilidad a los alérgenos que hicieron las personas que viven en áreas con una menor biodiversidad ambiental, como las zonas.
Además han visto que las personas con una mayor sensibilidad a los alergenos tienen menores cantidades en la piel una clase de bacterias conocidas como las gammaproteobacterias que las personas sanas. La presencia de un miembro de este grupo gammaproteobacteria, el acinetobacter, parece estar relacionado con niveles más altos de un marcador antiinflamatorio en la sangre de los participantes sanos, lo que sugiere que estos mircoorganismos pueden ayudar a programar el sistema inmune para ignorar a los alergenos.
De acuerdo con la investigación llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Helsinki, las pruebas indican que los microorganismo que habitan en la piel, en las vías respiratorias y en el intestino -microbioma- nos protegen contra las enfermedades inflamatorias, pero poco se sabe acerca de los determinantes ambientales del microbioma.
El equipo coordinado por Ilkka Hanski ha analizado si la disminución de la relación entre el hombre y la naturaleza y una reducción en la biodiversidad influye en la composición de las bacterias de la piel y en la sensibilidad a los alergenos en una muestra aleatoria de 118 adolescentes que viven en el este de Finlandia.
Mayor sensibilidad
Los resultados mostraron que las personas que viven en zonas rurales tenían una mayor diversidad de bacterias en la piel y una menor sensibilidad a los alérgenos que hicieron las personas que viven en áreas con una menor biodiversidad ambiental, como las zonas.
Además han visto que las personas con una mayor sensibilidad a los alergenos tienen menores cantidades en la piel una clase de bacterias conocidas como las gammaproteobacterias que las personas sanas. La presencia de un miembro de este grupo gammaproteobacteria, el acinetobacter, parece estar relacionado con niveles más altos de un marcador antiinflamatorio en la sangre de los participantes sanos, lo que sugiere que estos mircoorganismos pueden ayudar a programar el sistema inmune para ignorar a los alergenos.
ABC