Desde siempre se ha pensado, y así lo han demostrado muchos estudios, que el consumo de leche y de productos lácteos durante la edad adulta tiene efectos beneficiosos sobre la salud. Ahora, el trabajo que se publica en la revista Age and Aging demuestra, por vez primera, los beneficios del consumo de leche durante con la infancia para el rendimiento físico durante la vejez.
El equipo coordinado por Kate Birnie, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), ha analizado el impacto de las dietas durante la infancia y la adultez sobre el rendimiento físico a la edad de 63-86 años. Los expertos analizaron la cohorte Boyd Orr, un estudio prospectivo de más 65 años de un grupo de niños que participaron en una encuesta en 1930 y los datos del estudio prospectivo Caerphilly, que proporciona datos de mitad de la vida hasta la vejez. «Pensábamos que un mayor consumo en niños y adultos, de leche, calcio, proteínas y grasas se asocia con un mejor rendimiento durante la vejez», asegura Birnie.
Los resultados de su investigación mostraron que un aumento natural de la ingesta de leche durante la infancia se asociaba con una mayor capacidad de andar más rápido (en un 5%) y un 25% menos de probabilidades de tener falta de equilibrio.
ABC