Desde hace varios días se registran tres protestas a las puertas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), casa matriz en Puerto Ordaz, estado Bolívar, los manifestantes exigen respuestas en materia de empleo y beneficios contractuales.
La sede principal de CVG, ubicada en Alta Vista, se ha vuelto el centro de múltiples protestas, que han aumentado en los últimos 10 años.
45 enfermos ocupacionales de las cuatro empresas del sector aluminio tuteladas por la CVG, llevan 5 días con colchonetas y chinchorros en huelga de hambre para exigir el pago de pasivos laborales.
"Nosotros estamos aquí porque estamos cansados de tanta mentira y falta de respuesta, le dimos la vida a esas empresas y ahora no nos quieren dignificar, estamos enfermos ya no le servimos al país, nos echaron a un lado como chatarra, no estamos pidiendo limosnas sino lo que nos ganamos con nuestro esfuerzo y trabajo", dijo Miguel Álvarez vocero de extrabajadores enfermos ocupacionales del sector aluminio.
Quienes también han decidido instalarse en el porton de la CVG. Son 130 desempleados del sector construcción que exigen el arranque de tres obras de soluciones habitacionales de la Gran Mision Vivienda.
La ejecución de la obra de los apartamentos de Río Negro, Villa Aponwao y Ud-299 en Puerto Ordaz, beneficiarían a 2 mil 500 familias. "Somos 130 padres de familia que exigimos al Gobierno Nacional, y a la CVG, organismo encargado de estas tres obras, que nos de respuestas porque es mediante este trabajo que le damos de comer a nuestros hijos", manifestó Miguel Yánez vocero de los desempleados de la construcción.
Felipe Sálazar de 81 años, y un grupo de accionistas clase B de Sidor, también han hecho de las afueras de la CVG su segunda casa. "Aquí seguimos, yo le di 31 años a Sidor y siguen burlándose de nosotros, nos tienen aquí sin ninguna respuesta tantos años que le dimos al país y mire como nos pagan, no es justo queremos el pago de nuestras acciones", afirmó.
Todos los manifestantes aseguraron que continuarán apostados a las puertas de la estatal el tiempo que sea necesario, para lograr que sus voces sean escuchadas por el Gobierno Nacional.