En San Juan de Ríoseco, Cundinamarca, la policía colombiana detuvo a un hombre que aprovechando la noche de Halloween camufló cerca de mil dosis de marihuana en las tradicionales calabazas de plástico que son usadas por los niños para pedir dulces.
Según las autoridades de policía departamentales, quien llevaba el alucinógeno era un hombre de 62 años que tras su detención fue presentado ante un juez de garantías donde le imputaron los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y, en caso de ser hallado culpable, enfrentaría una pena entre 8 y 12 años de cárcel.
De igual forma, señalaron que la distribución de las dosis pretendía hacerla en municipios aledaños a San Juan de Ríoseco. Según el coronel Flavio Mesa, comandante del departamento, cada dosis tenía entre tres y cinco gramos de marihuana.
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