El dirigente opositor, Claudio Fermín, estableció en una entrevista al diario La Verdad que los comicios regionales del 16-D son un combate a la descentralización y el centralismo.
Asimismo, indicó que “hay candidatos a gobernadores que no son amigos de la descentralización porque tienen alcaldes sumisos, a los que no les permiten el libre juego de proyectos locales”.
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Se sentó y con voz gruesa y pausada Claudio Fermín se declaró “independiente de militancia pero comprometido con el cambio social”.Así se presentó en la entrevista con La Verdad. No estar en un partido no le impide recorrer el país. En eso anda.La participación en los comicios la consideró esencial porque “abstenerse es renunciar al voto, a la capacidad de influir en la conformación de la estructura del Estado”.No le gustan las hipocresías. Confesó que “hay candidatos a gobernadores que no son amigos de la descentralización porque tienen alcaldes sumisos, a los que no les permiten el libre juego de proyectos locales”.Resaltó que “no es verdad que el centralismo puede resolver los problemas de las regiones porque tiene cuellos de botella. Tampoco es cierto que quienes están en la cúspide del poder central conocen los problemas”.Para Fermín, “el combate del 16 de diciembre es entre descentralización y centralismo”. En la contienda se juega “la capacidad de desarrollar modelos de gestión que tomen en cuenta los recursos demográficos de cada entidad”.Sostuvo que “grupos regionales piden más recursos para ejecutar sus proyectos y otros esgrimen que pueden conseguir apoyo nacional para hacer obras porque cuentan con el jefe”.Sin estrés
Está lejos de los reflectores. Lo asume sin complejos. Lo soporta con “tranquilidad”.A su juicio, es “indispensable la elevación del discurso político en este momento, donde hay tendencia a la mutua descalificación. Es una necesidad para el progreso. La política debe elevar la calidad de vida, no pervertirla.No busca un espacio sino contribuir con su experiencia a que se genere una “mayor convocatoria”. Expresó satisfacción con el trabajo de Henrique Capriles Radonski como candidato presidencial de la Mesa de la Unidad Democrática. Celebró que representara “una nueva forma de hacer política y ejercer el poder”.Lo que pesa
“La incomunicación de los diferentes partidos por años y el saludo entre los políticos sin análisis de los problemas nacionales, la falta de diligencias conjuntas para evitar que eso significara ser subalterno del otro y la polarización arrinconó e ignoró a activistas en todas las regiones”.Ese es el cóctel que impidió la consolidación de la unidad más allá de lo electoral, señaló Claudio Fermín, sociólogo y abogado. Destacó que “si no se caía en los extremos de los líderes oficiales de la oposición o Gobierno, la opinión no era bien tratada”.
No le agrada la palabra “error”, por aludir a “acusación o una penalización a la labor de alguien”.
Ese no es su ánimo, aclaró antes de apuntar que “la gente percibe que la unidad es un acuerdo electoral y no programático y mientras así sea no se despegará con fuerza”.
Para la nueva jornada donde se medirán los bandos, las elecciones regionales del 16 de diciembre, “hay que liberar al ciudadano de la idea de que está condenado a no ver lo que pasa fuera de su casa porque recibe un beneficio del gobierno”.
- Capriles confesó que combatió enemigos dentro y fuera en la campaña, ¿eso es señal de que sobreviven las cúpulas partidistas todavía?- Por desgracia, están de moda en muchas partes del Gobierno y de la oposición. Son el mayor cáncer.- ¿Siente que aún arrastra la etiqueta de haber pertenecido a una?- No. Por el contrario, fui candidato presidencial porque combatí a las cúpulas. Yo nunca pertenecí a una cúpula, jamás.
- Pero a usted se le recuerda como un dirigente de la cuarta República…
- En Venezuela nunca existió una cuarta República. Es una falsificación de la historia.
- Si votar es alzar la voz, ¿qué dijo el país el 7 de octubre?
- De todo. Habló clarísimo. Expresó que es un país con tres voces que merecen respeto. Están equivocados quienes creen que los ocho millones de venezolanos que votaron por Chávez son unos mantenidos.Ellos ven con interés los programas sociales del Gobierno, porque legitiman el poder. Otros manifestaron desacuerdo con las cadenas, manejo como títere del Poder Judicial, insultos permanentes, la delincuencia y la regaladera de dinero. No fueron más pero es una voz para escucharse. Y están los cuatro millones que no votaron, en un país polarizado.- ¿Y qué se dirá el 16 de diciembre?- Si se cree en la descentralización o la centralización- ¿Está en riesgo la oposición después del triunfo de Chávez?- El país no está pintado de rojo. El Presidente tiene una renovación de su mandato pero las regiones no crecen al ritmo del triunfo político de él. Es cierto que logró una suma mayor de votos pero no es cierto que se tenga mejor calidad de vida en los estados.- ¿Se puede convencer de eso en seis meses de campaña?- Es una reflexión obligada. Todos tendrán que valorar su voto. Si Venezuela sigue polarizada sin analizar las implicaciones no se avanzará.
- ¿Abusa la oposición de autocrítica después de las elecciones presidenciales? ¿Puede generar abstención?- No. La autocrítica es siempre bienvenida. Lo peor que puede hacer la oposición es prestarle oídos sordos a las críticas bajo el argumento de que distraen y confrontan. Hay que hacer un registro, analizar las fallas con fundamento y ver cuando los señalamientos son consecuencia de frustraciones personales.
- ¿Qué traducen los saltos de talanquera?- Son terribles cuando se cambia la forma de pensar y se traiciona esa forma de pensar por una conveniencia. Es lo más repugnante.- ¿Nunca ha pensado hacerlo?- Nunca.- ¿Ni porque lo rezagaron de la política?- No tengo nada que cobrarle a los partidos.- ¿En definitiva, Chávez no es derrotable?- Sí lo es. Afirmar que Chávez no es derrotable es asumir que en el país no se podrá mejorar lo que está deficiente.- ¿Qué es entonces?- Persistente.- ¿Después de tres intentos fallidos, se olvidó de aspirar a Miraflores?- Las candidaturas son producto de circunstancias y las circunstancias son cambiantes y dicen cosas. Las candidaturas a lo que sea no se decretan, son producto de que en un momento exista sintonía entre quien se postula y la gente.Por: Gabriela Moreno
Diario La Verdad