Los bancos españoles ponen freno a la salida de depósitos en septiembre
Los depósitos que las familias y empresas españolas tienen en los bancos volvieron a aumentar en septiembre tras los mínimos de verano y las dudas sobre el impacto real que ha tenido el rescate financiero en el ánimo de los clientes de las entidades. Según los datos todavía provisionales que ha publicado el Banco de España, el dinero depósitado por los hogares y compañías no financieras aumentó en 3.500 millones durante este mes, lo que supone un alza del 0,4% con respecto a agosto.
El balance del supervisor arroja que los depósitos de las familias y empresas ascendieron a 889.078 millones en septiembre, con lo que cerraron su segundo mes consecutivo al alza. Con respecto a septiembre de 2011, sin embargo, se mantiene el signo negativo con un descenso del 5%, el equivalente a 47.500 millones menos. Frente a estas estadísticas, el Banco de España también publica otra que incluye los fondos de otro tipo de sociedades, como fondos de inversión o los residentes en el extranjero. Por este motivo, en opinión de los expertos, no permite evaluar correctamente la evolución de los depósitos para tratar de idntificar eventuales fugas.
Según esta segunda estadística, los depósitos reigstraron la misma tendencia ascendente en septiembre con un aumento de 15.000 millones hasta los 1,449 billones, lo que fue su primer alza desde marzo. A su vez, también refleja un freno en la retirada de depósitos desde el extranjero, ya que sus fondos se incrementaron en 742 millones, hasta los 90.541 millones. En cualquier caso, siguen siendo unos 200.000 millones menos que hace un año.
Los depósitos en la banca arrastran una tendencia a la baja desde verano de 2011, cuando marcaron máximos al calor de la guerra del pasivo desatada por las entidades para enjugar las restricciones a los mercados de financiación con el ahorro de las familias. No obstante y tras cambio regulatorio incluido, ya que el Banco de España penalizó los altos intereses con el que los bancos atraían estos fondos, empezaron a reducirse.
El descenso cogió fuerza en julio, cuando marcó sus niveles más bajos de toda la crisis. A ello contribuyó la decisión del Gobierno de pedir la ayuda europea para sanear el sector, pero no fueron las incertidumbres relativas al rescate las únicas que explican este recorte. En sustitución a los depósitos, los bancos apostaron por los pagarés, que sin embargo no cuentan con ningún tipo de garantía, política que les permitió contrarrestrar el descenso.
Así, frente a la caída de los depósitos en unos 50.000 millones que ha sufrido el sector en el último año, según el propio Banco de España, los bancos han podido captar hasta 65.000 millones, según fuentes del sector como el servicio de estudios del BBVA.
EL PAIS