EFE-El equipo negociador del Gobierno de Colombia viajó hoy hacia La Habana para iniciar la fase de negociación con las FARC concentrado en desarrollar un proceso de paz ágil y firme, basado en "acuerdos prácticos que sean posibles" y que den resultados.
Así lo expresó el jefe negociador de esta delegación, el exvicepresidente Humberto de la Calle, en la breve declaración que hizo en el aeropuerto bogotano militar de Catam antes de partir con los demás delegados en un avión de la Fuerza Aérea de Colombia hacia la capital cubana.
"Queremos un proceso que avance con la guerrilla mediante acuerdos prácticos que sean posibles, un acuerdo que le dé a los colombianos resultados y no frustraciones", expuso De la Calle.
El Gobierno colombiano "tiene claro el norte a seguir" y según De la Calle también está en disposición de "avanzar" con rapidez, siempre en torno al proceso, "que es uno solo: el del acuerdo general firmado en agosto" por las partes.
De esta forma sacó del tapete eventuales agendas paralelas que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pudieran presentar en la mesa, y reiteró que no están en discusión el modelo de desarrollo del país ni la postura política de la guerrilla, como tampoco se harán "concesiones de sociedad".
"Ahora iniciamos la segunda fase que debe terminar con un acuerdo definitivo sobre el conflicto. Entretanto no habrá concesiones de carácter militar, ni cese el fuego, ni zonas desmilitarizadas", agregó.
El equipo negociador que este domingo llegará a Cuba está compuesto por De la Calle, además de por el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo; el exjefe de las Fuerzas Militares Jorge Enrique Mora; el exalto comisionado de Paz Frank Pearl y el representante de los industriales, Luis Carlos Villegas.
El exdirector de la Policía colombiana Óscar Naranjo, quien también hace parte de los plenipotenciarios, viajará a la isla caribeña el próximo martes.
De la Calle explicó que esta segunda fase, que sigue a la de "conversaciones exploratorias" en la que las partes fijaron su hoja de ruta, está acordado que "las deliberaciones serán ininterrumpidas" y habrá representantes del Gobierno "permanentemente" en la isla.
"Empezamos este primer ciclo con una ronda de diálogos que tardará en principio diez días, al término de los cuales se fijará la fecha del siguiente ciclo. Este será un proceso rápido y eficaz", dijo.
El primer punto que tratarán los delegados del Gobierno y de la guerrilla es el de la política de desarrollo agrario integral; un complejo asunto íntimamente ligado al inicio del conflicto armado colombiano y que el Ejecutivo espera ventilar "en meses y no en años".
Seguirán el resto de asuntos de la agenda acordada en agosto pasado en un orden que no ha sido definido, pero que abarca la participación política, el fin del conflicto, la solución al problema de las drogas ilícitas y el tratamiento de las víctimas.
"Esperamos que muestren que ellos (los guerrilleros) piensan que es el momento de las fuerzas de las ideas, y no el de la fuerza de las balas, y menos el de la combinación de ambos", deseó antes de explicar que la vía del diálogo será la que permita una paz estable con las FARC "convertidas en un partido político legal".
Por último, De la Calle adelantó que la sociedad civil podrá elevar sus propuestas a la mesa a través de una página web y otros mecanismos que se conocerán "en el transcurso de los próximos días".
Precisamente, la configuración de estas herramientas y algunos incidentes técnicos obligó a retrasar cuatro días el inicio formal de los diálogos, que estaban previstos para el pasado jueves.
El tercer intento de paz con las FARC se cocinó durante los primeros seis meses del año y quedó instalado el pasado 18 de octubre en Oslo, para proseguir las negociaciones en La Habana, que será la sede permanente de este proceso.