En 17 centros penitenciarios del país se implementará un callejón o túnel de seguridad, informó la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, quien explicó que con este sistema se garantizará la requisa de cada una de las personas que desee ingresar al recinto, sin diferenciación alguna.
Este sistema estará acompañado de los escáneres corporales y los detectores de metales multitránsito, que fueron donados por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria y el Ministerio para la Banca Pública, respectivamente.
La ministra señaló que los detectores de metales multitránsito son compuertas blindadas, similares a las utilizadas en las entidades bancarias, y para la instalación de las mismas se ejecutarán obras de infraestructuras para ubicarlas a la entrada de cada recinto.
"Nadie entrará en la cárcel sin que sea requisado", aseveró Varela, al tiempo en que agregó que cualquier persona que ingrese debe haber pasado por un chequeo, bien sea un visitante, un juez u otro funcionario.
Para la ministra "la sinvergüenzura humana" es la raíz del problema que han existido desde hace muchos años en las cárceles del país. "Las personas se sucumben a los vicios y se corrompen".
"Hay falta de ética en los funcionarios, no hay vocación de servicio, ni mística, ni responsabilidad. Ese es el problema", dijo Varela, quien al inicio de la entrevista informó que hay 69 efectivos militares y más de 25 funcionarios del ministerios detenidos por acciones ilícitas. Recalcó que recientemente se firmaron 80 órdenes de despido por irregularidades.
Con respecto al proceso de desarme, Varela adelantó que en lo que va de año se han realizado 72 requisas, en las cuales se lograron decomisar 300 armas.
"Aquí habían muchos problemas que nunca se enfrentaron", dijo Varela, "creo que ahorita estamos avanzando y los resultados están a la vista. El que no quiera verlos es por mezquino".
Entre otras de las políticas implementadas dentro de las cárceles venezolanas para atender a los privados de libertad, Varela destacó el Sistema de Orquesta Penitenciaria. En ese programa, las personas recluidas pueden estudiar teoría y solfeo, y aprender a ejecutar el instrumento con un exigente horario de estudio y dedicación.