La noche del 20 de diciembre de 2012, la embajada de Honduras en Bogotá, Colombia, fue saqueada después de que un hombre de confianza del embajador hiciera una fiesta en la sede diplomática en la que hubo alcohol, amigos y prostitutas. Esta información fue divulgada por El Heraldo de Honduras y reseñada en la web de Semana.
Según el diario hondureño, esta “inusual” fiesta fue planificada y se puso en peligro documentos de seguridad nacional vinculados a las estrategias que implemnta el país en la lucha contra el narcotráfico, además se presentaron actos que califica de “depravación”.
Esta reunión habría sido organizada por Jorge Mendoza, empleado personal del embajador Carlos Humberto Rodríguez. El Heraldo reseñó que “los amigos y las servidoras de sexo que Mendoza introdujo a la sede que representa al Estado de Honduras no sólo se robaron lo que pudieron, sino que hasta hicieron sus necesidades fisiológicas en la oficina del propio embajador y del agregado militar”.
Trascendió que la mañana del 21 de diciembre, los trabajadores de la embajada fueron víctimas de “tremendo susto” al percatarse del desorden en la sede, además de verificar la falta de equipos, computadoras y celulares.
“Las diferentes oficinas estaban abiertas de par en par, había latas de cerveza, papeles regados por todos lados y evidencias de la práctica de una orgía. Incluso en el sótano yacía un colombiano que todavía estaba borracho, mientras que en una habitación en el área de lavandería dormía plácidamente Mendoza, el responsable del desastre”, reseñó el diario.
Con información Semana