El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, manifestó que “estamos viviendo un momento decisivo” y recordó que el 27 de febrero de 1989 un pueblo se levantó con un objetivo, murieron muchas personas y quedó como un día triste. “La muerte no se celebra. La pérdidas de vidas no se celebra”, dijo para la reflexión.
Desde los Valles del Tuy, declaró que el país necesita menos política y más trabajo, menos aguardiente y más trabajo.
Capriles aseguró que el pueblo se está dando cuenta de la “coba” todos los días y no se puede ser pasivos.
Pidió a la población que abran los ojos porque las cosas como van bien y todos los años aumenta la violencia y los mayores responsables salen con politiquería.
El gobernador dijo que la administración central ahora lo acusa de todo lo que pasa en el país y “están como locos”, mientras él está concentrado trabajando en su estado.
Capriles señaló que “lo estamos pensando” si el gobierno plantea un escenario electoral.