Cristiano Ronaldo reactivó al Real Madrid, con la mente puesta en el duelo del miércoles contra el Manchester United, que con tres de los cuatro goles blancos dejó en evidencia al Sevilla, que pasó por el Bernabéu desarmado y sin alma.
El Real Madrid se encontró con el partido deseado a pocos días de su cita más importante de la temporada. Los arreones blancos fueron los que sacaron al partido del tedio. El Real Madrid, con espacios, cambió de velocidad y entre Higuaín, Ronaldo y la fortuna fabricaron una acción finalizada por Benzema, que aprovechó la falta de entendimiento del mete Beto y Fernando Navarro.
Casi a continuación llegó el golazo de Cristiano. Un zapatazo con la izquierda desde fuera del área, fuera del alcance de Beto, que sí resolvió bien un par de acciones que pudieron ampliar la renta madridista antes del descanso.
El choque se cerró nada más comenzar la segunda parte. Un exceso de vista de Fazio llevó el balón a Ronaldo, que no tuvo más que cruzar el balón a Beto.
En plena fiesta Cristiano hizo suyo el cuarto en un contraataque que culminó tras un pase de Higuaín. Mourinho frenó el festival del luso al retirarle del terreno de juego a falta de media hora. Sacó al joven Álvaro Morata. Tres "nueves" sobre el césped. Aunque pronto quedó con dos por la expulsión de Gonzalo Higuaín.
La situación del partido permitió el retorno de Pepe casi dos meses después. Entró por Kaká, que pasó por la jornada sin pena ni gloria. Dejó pasar el brasileño otra ocasión para reivindicarse.
Manu del Moral, en el tramo final, marcó el tanto del honor sevillista. Inservible, que no evitó que su equipo dejara en Madrid una imagen sonrojante.
EFE