Los países que forman la Organización Mundial de la Salud acordaron un plan para reducir en al menos 25% los casos de ceguera y otras discapacidades visuales que pueden evitarse.
La meta debe alcanzarse a más tardar en 2019.
Cada país debe mejorar el acceso de las personas afectadas a los servicios de rehabilitación y disponer de programas de control de las enfermedades oculares como parte de sus sistemas de salud.
Para lograrlo, recopilarán datos que les permitan entender la magnitud del problema, sus causas y las tendencias, para tomar las mejores decisiones en la asignación de recursos financieros y humanos.
La OMS, además, instó a los países a ocuparse de los factores probados de riesgo de la ceguera, como cierto tipo de diabetes, el tabaquismo, los nacimientos prematuros, la rubeola y la deficiencia de vitamina A.
También considera fundamental determinar el número de oftalmólogos y de cirugías de catarata que hay que hacer por cada millón de habitantes.
Cerca de 285 millones de personas tiene alguna deficiencia visual en el mundo, y de ellas 39 millones son invidentes. Pero hasta 80% de los casos son evitables, según los recientes cálculos mundiales.
Las dos principales causas de discapacidad visual son errores de refracción no corregidos y las cataratas, que representan 42% y 33% de casos, respectivamente.
PRIMERA HORA