Después de mi etapa post-depresiva luego de ver Iron Man 3, llegaron nuevos estrenos, entre ellos Star Trek Into Darkness y Oblivion.
Como tengo una lista de películas por ver este año y hay un orden de preferencias, decidí que Kirk y Spock tendrían la primera opción. Compré la entrada con los dedos cruzados para no salir nuevamente decepcionado, felizmente esta vez la experiencia no fue desagradable.
Una secuela con más ritmo y más acción
Históricamente Star Trek -sobre todo por temas de presupuesto- se centraba más en la conversación de los tripulantes del Enterprise sobre la civilización de cierto planeta y dejaban la acción en un segundo plano.
En la primera entrega evidentemente eso cambió para darle un ritmo más acorde a las nuevas audiencias y, en este segunda ocasión, también se hace de esa forma. No obstante, esta vez obtenemos un poco más de eso, no llegan a aburrir (como la escena del edificio enTransformers 3 de Michael Bay, aunque parezca increíble me sacó un laaargo bostezo) y son bien dosificadas.
Hay escenas de pelea en planetas Klingon e incluso otras en el espacio (no necesariamente dentro de la nave) muy atractivas. Sin embargo, y a pesar de que se sienten bien, el contenido general tanto en argumento como en escenas de acción se siente pequeño. Y a ese punto voy con el título de esta nota, es una película que juega a lo seguro y no arriesga mucho.
Personajes secundarios más secundarios que nunca
Star Trek no solo es Spock y el capitán Kirk. Son piezas fundamentales dentro de franquicia, pero también lo son sus acompañantes. En esta secuela McCoy, Chekov y Sulu quedan un tanto relegados en participación, salvo Scott que ayuda en buena parte al final de la trama y tiene los mejores momentos de humor.
De otro lado, se pierde mucho entre los conflictos no bien resueltos entre Spock y Usura. Este punto interfiere en profundizar en la relación entre Kirk y Spock, resultando no tan satisfactoria como su entrega anterior.
Por su parte, Kirk se muestra más decidido que en la primera donde hace de ‘chico rebelde’, sin embargo, no es algo constante, se muestran sobre todo con chispazos.
Un villano al que le faltó presencia
El talón de Aquiles en muchas películas por lo general es el villano (algunas excepciones importantes: Joker o Bane en la trilogía de Batman). Se suele dar más importancia al héroe que a su contraparte. Y, de acuerdo a mi experiencia, siempre me han resultado más satisfactorias las películas que cuentan con un villano excelente, le da otra sensación al final.
Pero regresando a Star Trek y Khan, este es un caso particular porque este es un villano que no llega a sobresalir sobre todo por las limitaciones del desarrollo del personaje en el guión.
Después de observar a Benedict Cumberbatch en la serie inglesa Sherlock, se me hacía difícil verlo como un villano. Sin embargo, me demostró por qué se ha hecho un nombre dentro del mundo del cine y la televisión. Su interpretación es muy buena y no desentona en ningún momento.
Lamentablemente y, repito, lamentablemente, el personaje de Khan es tan pobre en esta película que desperdiciaron totalmente la interpretación de un villano que podría haber quedado entre las mejores hasta la fecha. Nuevamente, se fueron por lo seguro.
Conclusión
Star Trek Into Darkness no es una mala película. Es en realidad una entrega entretenida. No tiene puntos soberbios, pero logra mantenerte atento de principio a fin.
Por momentos el argumento puede ser predecible, pero las escenas de acción y el ritmo compensan bastante bien. Sin ser espectacular ni mala, es una película que puedes ver con tranquilidad el fin de semana.
La película ya tiene una semana estrenada, si ya la vista cuéntanos qué te pareció. Si no la viste, ¿qué es lo que esperas? Saludos!
PD: Pasando a J.J Abrams y su futuro proyecto Star Wars, les dejo esta participación en el show de Jimmy Kimmel! Muy buena, sobre todo la parte de Lando (xD).
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