AVN).- Ante las consecuencias del uso de biopolímeros, por parte de mujeres venezolanas, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, exhortó a crear conciencia mediante los medios de comunicación social para que se adopten medidas de seguridad en caso de llevar a cabo estas operaciones estéticas.
“Tenemos una campaña permanente en torno a que la mujer adopte medidas en el caso de que se vaya a hacer una operación, una liposucción, una rinoplastia. Primero, que el lugar donde se la vaya a hacer reúna unas condiciones de salubridad necesarias, que el médico que le vaya a hacer la operación sea especialista, que no sea un traumatólogo; tiene que ser un cirujano”, señaló.
Ortega rechazó, asimismo, la existencia de espacios en los que se realizan cirugías estéticas sin los cuidados necesarios para atender al paciente.
“Si ocurre la muerte (del paciente), nosotros pedimos la privativa de libertad. Hay un elemento que yo, como fiscal general, se lo he dicho a los fiscales y ellos han insistido en el tema, que essolicitar que se le revoque la licencia al médico“, dijo.
Reconoció que el tema de los biopolímeros debe ser abordado como una política de Estado, aunque afirmó que por el hecho de suspender licencias de médicos las mujeres no dejarán de inyectarse.
“Seguro que van a insistir con otros médicos, pero yo creo que es un tema de conciencia, sembrar conciencia en las mujeres. Por ejemplo, las jóvenes que se están graduando de bachiller les piden a sus padres, como premio, una cirugía. Es un problema del Estado”, manifestó.
Uso de biopolímeros en Venezuela
De acuerdo con cifras publicadas por la Contraloría Sanitaria, hasta la fecha, las denuncias planteadas en torno al uso de biopolímeros han derivado en el allanamiento de más de 50 establecimientos, de los cuales 20 se han cerrado al público.
Números oficiales revelan además que durante 2012 fallecieron seis mujeres venezolanas por presentar consecuencias con el uso de estas sustancias de relleno, refiere el trabajo.
Los denominados biopolímeros son sustancias usadas para agrandar glúteos y otras partes del cuerpo humano. Consecuencias como la migración de la sustancia hacia otras partes del cuerpo, en forma de tumores o infecciones, e incluso la muerte, hicieron que estos productos resultaran prohibidos desde hace más de 10 años en Estados Unidos y países de Europa.
Sin embargo, en Latinoamérica fueron objeto de un éxito comercial durante los últimos cinco años, por lo menos. En las estéticas, las sustancias se promocionaron con nombres como Biofil, Polifil, Polifil Metacrilato, Biosiluet, Metacol, Pmma o células expansivas, pese a que en realidad se trata de compuestos no biodegradables, derivadas del petróleo y del uso industrial.
En el país, el Ministerio para la Salud prohibió el uso y aplicación de de sustancias de relleno (biopolímeros, polímeros y otros afines) en tratamientos con fines estéticos. Tal prohibición quedó establecida en Gaceta oficial número 40.065, publicada el año pasado.