Manifestantes y policías turcos se han enfrentado en las provincias turcas de Hatay y Ankara hasta primeras horas de la mañana de hoy durante nuevas marchas por la muerte la pasada semana del quinto manifestante en la ola de protestas antigubernamentales, que comenzó a finales de mayo.
Miles de personas levantaron barricadas en el distrito de Armutlu, en Hatay, y se enfrentaron con los antidisturbios, que emplearon gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes.
En la localidad de Dikmen, en Ankara, cientos de personas tomaron parte en una marcha mientras coreaban consignas contra el Gobierno.
Uno de los manifestantes recibió el impacto de un bote de humo en la cabeza y tuvo que ser hospitalizado ante el temor de que sufriera una hemorragia cerebral.
Otros dos participantes en la protesta fueron arrestados y otro más sufrió la rotura de un brazo en los choques que se han mantenido hasta esta mañana, según informan los medios locales.
Con la muerte, el pasado martes, de Ali Ismail Korkmaz, un universitario de 19 años, son ya seis las víctimas (cinco manifestantes y un policía) de la ola de protestas que comenzó ante los planes del Gobierno de reurbanizar un parque en Estambul.
Korkmaz falleció después de estar 33 días en coma debido a las heridas que sufrió en una brutal paliza cuando escapaba de una carga policial en la ciudad de Eskisehir.
La emisora CNNTürk citó hoy fuentes policiales al informar de que entre cinco y seis personas han sido arrestadas en relación con este caso, gracias a las imágenes recuperadas de 40 cámaras de seguridad.
Según esas fuentes, ninguno de los arrestados es agente de Policía.
Por otra parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó ayer de "crimen" las frecuentes caceroladas contra el Gobierno que tienen lugar en todo el país y pidió al Ministerio del Interior que actúe contra este tipo de protestas.