La policía y el ejército británico investigaban el lunes la muerte de dos soldados reservistas en Gales, que fallecieron el sábado, el día en el que se registraron las temperaturas más altas en lo que va de año, durante un entrenamiento militar para integrar las fuerzas de élite SAS.
Otro soldado seguía hospitalizado en estado grave, según fuentes militares.
Los tres hombres participaron el sábado en una sesión de entrenamiento en Brecon Beacons, unas montañas del sur de Gales, cuando las temperaturas alcanzaban 29,5 grados centígrados.
El ministerio de Defensa se negó a confirmar que los dos hombres hayan fallecido a causa del calor.
"Por el momento, no excluimos nada", indicó a la AFP un portavoz del ministerio.
El área de Brecon Beacons es utilizada por el ejército para entrenar a sus tropas.
Su relieve montañoso permite preparar a los soldados a nivel físico y mental para las zonas de conflicto. El lugar puede resultar peligroso incluso para los soldados más experimentados.
A principios de año, el cuerpo de un capitán del ejército fue hallado en una de las cumbres montañosas de la región. Rob Carnegie había participado en una caminata de entre 27 y 64 kilómetros realizada bajo temperaturas glaciales, en el marco de una selección para integrar las fuerzas especiales.
Un oficial del ejército que no quiso identificarse declaró al diario Daily Mail que "las tropas intentan a toda costa demostrar que son capaces de integrar las SAS y empujan cada vez más sus límites".
"Se llevará a cabo una amplia investigación sobre lo sucedido, porque todo indica que estos hombres fueron forzados a caminar hasta el agotamiento", añadió esta fuente.AFP