En lo que va del año se registraron 241 suicidios en el país, 22 de ellos corresponden a niños y adolescentes de 8 a 17 años. Una de las principales causas es el bullying que se da en colegios y el cyber bullying, en las redes sociales, dijeron voceros del Ministerio de Salud (Minsa).
Del total de los 22 decesos, 20 corresponden a adolescentes de 12 a 17 años, y 2 a niños entre 8 y 11 años.
Freddy Vásquez, jefe del Programa de Prevención de Suicidios del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi dijo que uno de los principales fenómenos se atribuye al mal uso de las redes sociales.
“El fenómeno de conducta agresiva y hostigamiento escolar, conocido como bullying también se da por Facebook el twittter, el whatsap (cyber bulling) y otros medios de comunicación social que emplean los adolescentes”, explicó.
Carlos Bromley Coloma, director de la Dirección de Salud Mental del Minsa, refirió que existen signos que ayudan a reconocer a un potencial suicida, según la edad de la persona.
En el caso de los adolescentes, hay que observar si cambia su rutina, si comienza a aislarse del grupo familiar y amical, o si se encierra en su cuarto, comienza a bajar el rendimiento escolar o empieza a comer menos o más, o dormir menos o más, se vuelve poco tolerante e inclusive violento.
Dijo que la famosa frase de los adolescentes “estoy depre” no hay que pasarla por alto, más si va acompañada de estos cambios. Esta es una población de riesgo frente a los estímulos que tengan en su entorno porque su personalidad no ha terminado de estructurarse. Esto recién se logra entre los 18 y 20 años.
“Se debe tener que cuenta que el suicida es la persona que ha roto el equilibrio entre el sufrimiento que siente por algún motivo con la capacidad de afrontarlo; esta capacidad en el adolescente esta disminuida. Todavía no ha completado el proceso de defensas que le permitirán hacer frente a cualquier sufrimiento, sea de carácter externo o interno.
De carácter interno puede ser una enfermedad, de externo una disputa entre sus padres, problemas familiares y problemas en el colegio. Por eso es necesario estar pendiente de sus cambios de conducta, puntualizó.
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