EFE-El nuevo secretario de Estado del Vaticano y hasta ahora nuncio apostólico en Venezuela, el italiano Pietro Parolin, dijo en una entrevista publicada en un diario caraqueño no ver las "grandes habilidades de diplomático" que se le atribuyen.
"Mi principio es hacer lo poco de bien que se pueda. Ahora, si yo tengo estas capacidades de negociación será algo que vean los demás. Yo no lo percibo. No es modestia ni falsa humildad. No me veo estas grandes habilidades de diplomático porque he intentado siempre ser yo mismo", subrayó en la entrevista.
Una religiosa peruana de la Nunciatura en Venezuela confirmó a Efe que el purpurado italiano dejó Venezuela este sábado y partió a Roma "sin grandes despedidas", ni de los altos prelados de la curia nacional ni del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quienes logró acercar paulatinamente desde que llegó a Caracas en 2009.
"Espero que los venezolanos se encuentren como hermanos. En la vida hay diferencias, pero lo importante es que no se vuelvan conflictos", agregó Parolin en la entrevista.
Las relaciones del Gobierno del recientemente fallecido Hugo Chávez con la Iglesia católica fueron difíciles durante gran parte de los 14 años de su gestión y alcanzaron el punto máximo de tensión a poco de la llegada de Parolin a Venezuela.
A mediados de 2010 casi se llega a la ruptura luego de que Chávez llamara "cavernícolas" a los prelados del país y ordenara la revisión del tratado bilateral que concede a la Iglesia diversos privilegios.
Maduro, quien entonces se desempeñaba como canciller, fue elegido en abril pasado sucesor de Chávez, quien incluía a los obispos entre sus opositores partidistas, y tres meses después se reunió con los miembros de la Conferencia Episcopal, a instancias de Parolin, en el palacio presidencial de Caracas.
"Les dije en privado todas nuestras verdades, todas, de manera respetuosa, inclusive con una sonrisa, pero no callé ninguna verdad. No es tiempo de callar. Es tiempo de decir las verdades. No importa si le gustan o no a alguien", dijo Maduro el pasado 15 de junio, tres días después de recibir a los obispos.
Poco después de que el pasado 31 de agosto el papa Francisco anunciara el nombramiento de Parolin como nuevo secretario de Estado del Vaticano, el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, recordó que este también lideró "duras negociaciones para la Iglesia" con las autoridades gubernamentales de Vietnam, China y Rusia, entre otras.
En Venezuela, "aunque ha tenido una actitud discreta y prudente, ha jugado un papel muy importante en el proceso de acercamiento entre la Iglesia y el Gobierno", admitió Urosa.
"Si esto es un don o un talento que el Señor me ha dado, y esto puede servir, démosle gracias a él", agregó al respecto la que será desde ahora la segunda máxima autoridad del Vaticano.
Parolin conoce perfectamente cómo funciona la Curia Romana, pues entre 2002 y 2009 fue subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.
Sobre su designación como "la mano derecha" del sumo pontífice, Parolin reiteró que pudo obedecer a "muchas razones", entre ellas que es italiano.
"Normalmente cuando el papa no lo es escoge a un secretario de Estado que sí lo sea", aunque también pudo influir "el hecho de que vengo del servicio diplomático (...) y, probablemente, por el aprecio que el papa me tiene", añadió, aunque aclaró que no profesan una amistad consolidada.
"Nos conocíamos, pero no teníamos familiaridad (...). Nos encontramos en la Secretaría de Estado cuando él era arzobispo de la ciudad de Buenos Aires y yo era subsecretario para tratar algunos asuntos, pero eran reuniones de trabajo, no el día a día", reveló.
"Mi principio es hacer lo poco de bien que se pueda. Ahora, si yo tengo estas capacidades de negociación será algo que vean los demás. Yo no lo percibo. No es modestia ni falsa humildad. No me veo estas grandes habilidades de diplomático porque he intentado siempre ser yo mismo", subrayó en la entrevista.
Una religiosa peruana de la Nunciatura en Venezuela confirmó a Efe que el purpurado italiano dejó Venezuela este sábado y partió a Roma "sin grandes despedidas", ni de los altos prelados de la curia nacional ni del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quienes logró acercar paulatinamente desde que llegó a Caracas en 2009.
"Espero que los venezolanos se encuentren como hermanos. En la vida hay diferencias, pero lo importante es que no se vuelvan conflictos", agregó Parolin en la entrevista.
Las relaciones del Gobierno del recientemente fallecido Hugo Chávez con la Iglesia católica fueron difíciles durante gran parte de los 14 años de su gestión y alcanzaron el punto máximo de tensión a poco de la llegada de Parolin a Venezuela.
A mediados de 2010 casi se llega a la ruptura luego de que Chávez llamara "cavernícolas" a los prelados del país y ordenara la revisión del tratado bilateral que concede a la Iglesia diversos privilegios.
Maduro, quien entonces se desempeñaba como canciller, fue elegido en abril pasado sucesor de Chávez, quien incluía a los obispos entre sus opositores partidistas, y tres meses después se reunió con los miembros de la Conferencia Episcopal, a instancias de Parolin, en el palacio presidencial de Caracas.
"Les dije en privado todas nuestras verdades, todas, de manera respetuosa, inclusive con una sonrisa, pero no callé ninguna verdad. No es tiempo de callar. Es tiempo de decir las verdades. No importa si le gustan o no a alguien", dijo Maduro el pasado 15 de junio, tres días después de recibir a los obispos.
Poco después de que el pasado 31 de agosto el papa Francisco anunciara el nombramiento de Parolin como nuevo secretario de Estado del Vaticano, el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, recordó que este también lideró "duras negociaciones para la Iglesia" con las autoridades gubernamentales de Vietnam, China y Rusia, entre otras.
En Venezuela, "aunque ha tenido una actitud discreta y prudente, ha jugado un papel muy importante en el proceso de acercamiento entre la Iglesia y el Gobierno", admitió Urosa.
"Si esto es un don o un talento que el Señor me ha dado, y esto puede servir, démosle gracias a él", agregó al respecto la que será desde ahora la segunda máxima autoridad del Vaticano.
Parolin conoce perfectamente cómo funciona la Curia Romana, pues entre 2002 y 2009 fue subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.
Sobre su designación como "la mano derecha" del sumo pontífice, Parolin reiteró que pudo obedecer a "muchas razones", entre ellas que es italiano.
"Normalmente cuando el papa no lo es escoge a un secretario de Estado que sí lo sea", aunque también pudo influir "el hecho de que vengo del servicio diplomático (...) y, probablemente, por el aprecio que el papa me tiene", añadió, aunque aclaró que no profesan una amistad consolidada.
"Nos conocíamos, pero no teníamos familiaridad (...). Nos encontramos en la Secretaría de Estado cuando él era arzobispo de la ciudad de Buenos Aires y yo era subsecretario para tratar algunos asuntos, pero eran reuniones de trabajo, no el día a día", reveló.