El keniata Wilson Kipsang rompió el récord mundial de maratón en Berlín al correr la distancia en 2h: 03:23. Con ello, el atleta africano mejoró la plusmarca de su compatriota Patrick Makau, 2h: 03:38, lograda también en Berlín hace dos años.
Kipsang fue seguido en la meta por sus compatriotas Eliud Kipsoge y Geoffrey Kipsang. La carrera anunció desde el principio la posibilidad que se batiera el récord del mundo, objetivo que Kipsang ya había tenido cerca hace dos años en Frankfurt cuando se quedó cuatro segundos por encima.
Todos los tiempos parciales a partir del kilómetro 5 eran mejores que los parciales del último récord del mundo. El problema para la búsqueda del récord, objetivo que se había planteado Wilson Kipsong, era que el grupo era numeroso y existía el peligro de que empezaran a plantearse consideraciones tácticas de cara a la victoria.
El excelente trabajo de las liebres mantuvo el ritmo alto, Wilson Kipsong no intentó el primer ataque sino hasta alrededor del kilómetro 30, cuando la última liebre acababa de dejar el trayecto.
Sólo Geofrey Kipsang y Kipchoge lograron mantenerle el ritmo a Wilson Kipsang. El ritmo seguía siendo alto pero la posibilidad de romper el récord del mundo empezó a parecer más lejano.
El segundo ataque de Wilson Kipsang, hacia el kilómetro 35, sólo pudo ser resistido por Kipchoge. Kipsang entonces volvió a apretar y en el tercer ataque también Kipchoge se quedó atrás.
Kipsang, además, recuperó el ritmo de récord del mundo y se marcó a buscarlo en solitario en los últimos kilómetros. Los últimos dos kilómetros fueron claves y en ellos Kipsang dejó de tener el viento en contra que lo había acompañado en los kilómetros anteriores lo que le favoreció claramente.
Kipsang fue seguido en la meta por sus compatriotas Eliud Kipsoge y Geoffrey Kipsang. La carrera anunció desde el principio la posibilidad que se batiera el récord del mundo, objetivo que Kipsang ya había tenido cerca hace dos años en Frankfurt cuando se quedó cuatro segundos por encima.
Todos los tiempos parciales a partir del kilómetro 5 eran mejores que los parciales del último récord del mundo. El problema para la búsqueda del récord, objetivo que se había planteado Wilson Kipsong, era que el grupo era numeroso y existía el peligro de que empezaran a plantearse consideraciones tácticas de cara a la victoria.
El excelente trabajo de las liebres mantuvo el ritmo alto, Wilson Kipsong no intentó el primer ataque sino hasta alrededor del kilómetro 30, cuando la última liebre acababa de dejar el trayecto.
Sólo Geofrey Kipsang y Kipchoge lograron mantenerle el ritmo a Wilson Kipsang. El ritmo seguía siendo alto pero la posibilidad de romper el récord del mundo empezó a parecer más lejano.
El segundo ataque de Wilson Kipsang, hacia el kilómetro 35, sólo pudo ser resistido por Kipchoge. Kipsang entonces volvió a apretar y en el tercer ataque también Kipchoge se quedó atrás.
Kipsang, además, recuperó el ritmo de récord del mundo y se marcó a buscarlo en solitario en los últimos kilómetros. Los últimos dos kilómetros fueron claves y en ellos Kipsang dejó de tener el viento en contra que lo había acompañado en los kilómetros anteriores lo que le favoreció claramente.
EFE