La alimentación previa y posterior a la ejercitación depende de la intensidad y el tipo de actividad física, así lo indica la nutricionista Michelle Frías; sin embargo, hay algunas recomendaciones que se pueden aplicar para cualquier tipo de rutina.
Frías asegura que lo más importante es “nunca hacer ejercicios sin haber comido”, destaca que de esta manera se garantizará el rendimiento esperado durante la actividad física.
Explica que la hidratación también es importante, debido a que ayuda a eliminar toxinas y regula la temperatura del cuerpo. Antes de iniciar la rutina sugiere tomar uno o dos vasos de agua.
Antes de hacer ejercicios
La nutricionista recomienda consumir carbohidratos de fuente lenta que brindan energía, saciedad y evitan las hipoglicemias. Por lo que puede consumir una galleta con un jugo, cereales, avena o algunas frutas como manzana, ciruela, pera, fresas, naranja, mandarina.
Si se desayunará o hará una merienda antes del ejercicio sugiere esperar 30 o 60 minutos para que la digestión no altere el rendimiento. En caso de haber almorzado antes debe esperar alrededor de 1 hora.
Después de hacer ejercicios
La alimentación luego de haber realizado la rutina depende de la hora del día. Si es en la mañana considera que si podría volver a “comer un desayuno un poco más fuerte como una arepa pequeña o un sándwich con queso acompañado de medio vaso de yogurt o leche”.
En caso del almuerzo, debe contener carbohidrato, proteína y grasas. Podría comer carne, pollo, pescado (proteína) acompañada de arroz, pasta, papa o yuca (carbohidratos) y la grasa que” ya está inmersa en los alimentos por eso se debe evitar las frituras”. Agrega que siempre se debería comer con ensaladas por su cantidad de nutrientes esenciales para el organismo.
Si te ejercitas en la noche, para la cena también debe estar presente aunque en menor cantidad los carbohidratos, junto a proteínas y grasas. Asegura que esta última comida debe estar en equilibrio con el aporte nutricional durante el día. Sugiere evitar las frituras, pastas y comer pan en cantidades moderadas, una ensalada, cereal, sándwich, o yogurt.
Frías asegura que lo más importante es “nunca hacer ejercicios sin haber comido”, destaca que de esta manera se garantizará el rendimiento esperado durante la actividad física.
Explica que la hidratación también es importante, debido a que ayuda a eliminar toxinas y regula la temperatura del cuerpo. Antes de iniciar la rutina sugiere tomar uno o dos vasos de agua.
Antes de hacer ejercicios
La nutricionista recomienda consumir carbohidratos de fuente lenta que brindan energía, saciedad y evitan las hipoglicemias. Por lo que puede consumir una galleta con un jugo, cereales, avena o algunas frutas como manzana, ciruela, pera, fresas, naranja, mandarina.
Si se desayunará o hará una merienda antes del ejercicio sugiere esperar 30 o 60 minutos para que la digestión no altere el rendimiento. En caso de haber almorzado antes debe esperar alrededor de 1 hora.
Después de hacer ejercicios
La alimentación luego de haber realizado la rutina depende de la hora del día. Si es en la mañana considera que si podría volver a “comer un desayuno un poco más fuerte como una arepa pequeña o un sándwich con queso acompañado de medio vaso de yogurt o leche”.
En caso del almuerzo, debe contener carbohidrato, proteína y grasas. Podría comer carne, pollo, pescado (proteína) acompañada de arroz, pasta, papa o yuca (carbohidratos) y la grasa que” ya está inmersa en los alimentos por eso se debe evitar las frituras”. Agrega que siempre se debería comer con ensaladas por su cantidad de nutrientes esenciales para el organismo.
Si te ejercitas en la noche, para la cena también debe estar presente aunque en menor cantidad los carbohidratos, junto a proteínas y grasas. Asegura que esta última comida debe estar en equilibrio con el aporte nutricional durante el día. Sugiere evitar las frituras, pastas y comer pan en cantidades moderadas, una ensalada, cereal, sándwich, o yogurt.