EFE).- Funcionarios de la OEA y expertos de diversos países exaltaron hoy en Panamá el impulso que el Libertador Simón Bolívar, fallecido el 17 de diciembre de 1830 en Colombia, dio a la educación en las nacientes Repúblicas latinoamericanas.
La obra del Libertador en el ámbito educativo centró este martes el homenaje que la Sociedad Bolivariana de Panamá le rindió con ocasión del 183 aniversario de su muerte.
Reunidos en el mismo salón en donde en 1826 se celebró el Congreso Anfictiónico de Panamá, convocado por Bolívar, la representante de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Panamá y experta en educación, Abigail Castro, expuso el pensamiento del Libertador y sus acciones para garantizar el acceso gratuito a la enseñanza en los países que se emanciparon del Imperio español.
Añadió que el Libertador tenía “una gran fe en el poder transformador de la educación y lo manifestó desde 1819 en el Congreso de Angostura (Venezuela)”, y luego en 1823 instaló la denominada Escuela Lancasteriana de Caracas, contratando al propio Joseph Lancáster, el inglés reformista de la educación pública.Castro, exministra de Educación de El Salvador, señaló que Bolívar insistía en que “la esclavitud es la hija de las tinieblas” y que “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”.
Castro dijo que Bolívar instruyó la instalación de escuelas en todas las capitales de departamentos y que fueran abiertas para niños y niñas, argumentando que “la educación de las niñas es la base de la educación de las familias”.
Para Castro, Bolívar se adelantó “con gran visión” al objetivo que hoy se asigna a la educación contemporánea, haciendo responsable al Estado de la formación gratuita de los infantes, incluyendo a los huérfanos, la igualdad de género y promoviendo la fundación de universidades, como la de Trujillo (Perú).
El presidente de la Sociedad Bolivariana de Panamá, Luis Barletta, aprovechó la ocasión para recordar el aporte de los panameños a la gesta del Libertador, citando al general Tomás Herrera, héroe de la Batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824 en Perú) con el Batallón Istmeño, que selló la independencia de América.“El sueño de Bolívar de que los pueblos ejerzan una completa libertad de expresar su pensamiento,de ejercer el derecho a la educación y la cultura, de escoger libremente a sus gobernantes y de disponer de las riquezas del suelo que les es propio, es una aspiración actual, por la cual luchamos todos los pueblos de América”, consideró la representante de la OEA.
Aseguró que “el tiempo de la unidad latinoamericana”, como lo anhelaba Bolívar, está próximo a darse en este siglo porque las circunstancias “están dadas”.
Bolívar falleció el 17 de diciembre de 1830 en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta (Caribe de Colombia).