EFE-El Gobierno japonés aprobó este martes una nueva estrategia de seguridad nacional y un plan a cinco años para expandir sus recursos militares con el punto de mira puesto en la creciente pujanza de China en la región.
La nueva política de defensa considera que las "intrusiones" marítimas de China en torno a las islas Senkaku (que administra Tokio pero que reclama Pekín) y su reciente establecimiento de una zona aérea de identificación que enmarca al disputado archipiélago plantean una "preocupación a nivel internacional".
De este modo, las líneas maestras en seguridad nacional aprobadas hoy por el gabinete del primer ministro conservador Shinzo Abe llaman a las Fuerzas de Auto Defensa a reforzar la vigilancia de las actividades militares chinas en el Mar de China Oriental y en el Mar del Sur de China.
Tokio considera que dichas acciones buscan "modificar el status quo regional con argumentos incompatibles con el derecho internacional" y que pueden desembocar en una confrontación.
Por ello, las capacidades de las Fuerzas de Auto Defensa serán potenciadas para hacer frente a la situación descrita y también con la idea de incrementar la contribución nipona "a la paz y seguridad globales".
El plan está en línea con todo lo que Abe, conocido por su fama de "halcón", propuso al acceder al poder hace casi un año y entronca con su intención de revisar la constitución pacifista del país, establecida tras la II Guerra Mundial, para redefinir el rol de las Fuerzas de Auto Defensa.
Se espera que el Gobierno Abe tome una decisión en 2014 sobre la enmienda constitucional y que también revise la limitación autoimpuesta en Japón a la hora de vender armas al exterior, una medida pensada para dar impulso a las empresas niponas, muchas de ellas punteras, en este sector.
Por su parte, el plan de defensa a cinco años aprobado está pensado para aumentar los activos y capacidades de las Fuerzas de Auto Defensa para defender las Senkaku.
Este programa sustituye al aprobado en 2010 por el anterior Gobierno del Partido Democrático (PD) y establece que el presupuesto en defensa para los cinco próximos ejercicios fiscales será de 24,67 billones de yenes.
Esto supone un incremento, el primero en una década, del 5 por ciento con respecto al plan de 2010.
El objetivo principal que persiguen estas nuevas directrices es establecer un contingente más ligero y ágil que permita realizar despliegues rápidos en las remotas Senkaku (que quedan a unos 1.900 kilómetros de Tokio).
Para ello, Japón comprará 52 vehículos anfibios, 99 tanques ligeros, 3 drones (aviones no tripulados) Global Hawk para vigilancia, 17 aviones Osprey MV-22 con capacidad de despegue vertical, 28 cazas de combate F-35, tres aviones nodriza para operaciones de repostaje aéreo y cuatro aviones de alerta temprana.