Un tribunal del noroeste de Pakistán sentenció a muerte al viudo de la cantante pastún Ghazala Javed tras hallarlo culpable de asesinar a la joven después de intentar sin éxito que dejara su carrera artística, informó hoy la prensa local.
La joven Ghazala, de 24 años, fue tiroteada mortalmente junto a su padre por unos desconocidos en junio de 2012 cuando salía de un salón de belleza en la ciudad de Pesháwar, y la Policía sospechó desde el inicio de su marido, del que la artista quería divorciarse.
Un juez del distrito de Swat dictó ayer la sentencia de muerte y una multa de unos 800.000 dólares tras demostrarse que el acusado, Jahangir Khan, fue el autor material de los disparos en un ataque en el que también resultó herida la hermana de la cantante.
El asesinato de Ghazala, célebre entre la numerosa comunidad pastún del país asiático, levantó mucha atención ya que la joven se había convertido en un símbolo de la resistencia de las mujeres y de la canción pastún frente al desafío del integrismo.
La artista había tenido que huir por amenazas de los islamistas radicales de su región natal de Swat a la cercana ciudad de Peshawar, donde en 2011 contrajo matrimonio con Khan.
Según los medios locales, el esposo intentó forzarla a que dejara los escenarios porque la actividad pública de una mujer contraviene la estricta moral imperante en buena parte de Pakistán, por lo que ella le anunció su intención de divorciarse.
Antes de su muerte, Ghazala se había labrado cierta fama con apariciones en televisión y una decena de álbumes que le granjearon el reconocimiento del entorno artístico en lengua pastún.
Casi un millar de mujeres murieron el año pasado en Pakistán a causa de los llamados 'crímenes de honor', a menudo perpetrados por sus propios familiares, según datos de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP).
De acuerdo con el informe anual del organismo, 913 mujeres -99 de ellas menores de edad- fallecieron en 2012 a causa de este tipo de incidentes, aunque el documento alertaba de que el número puede ser mayor ya que se sospecha que muchos casos pasan desapercibidos. EFE