Iker Casillas, capitán del Real Madrid, está viviendo su temporada más extraña como herencia a los rezagos finales de la "era Mourinho", que le condujo a un banquillo que ha abandonado con Carlo Ancelotti en Liga de Campeones y Copa del Rey, donde se reivindica con un nuevo registro de imbatibilidad.
Casillas alcanza 592 minutos sin encajar un gol. Es su forma de pelear, de reivindicarse ante un técnico, Ancelotti, que tomó una decisión difícil en pretemporada de la que ha decidido no moverse. Diego López llegó antes y en mejor estado de sus vacaciones veraniegas. Casillas lo hizo más tarde por el permiso del que disfrutó tras jugar la Copa Confederaciones con la selección española.
Y el nuevo técnico madridista, que heredaba una situación compleja en la portería con un emblema delclub como suplente fijo por diferencias con José Mourinho, tiró por la calle del medio. Premió el momento y la profesionalidad de Diego López con la titularidad en Liga, y para Iker dejó el resto.
Provocó que hasta por la cabeza de Casillas, que ha dedicado toda su vida deportiva al Real Madrid, se pasase con fuerza el pensamiento de iniciar una nueva aventura lejos de Madrid y España. Fue pasajero y en cuanto comenzó a competir en Liga de Campeones regresó sobre su idea de retirarse en el club de su vida.
En su temporada más extraña, con menos partidos de toda su carrera, ha encajado cinco goles en los once partidos que ha disputado, todos en Liga de Campeones, lo que significa un nuevo récord del Real Madrid. Hasta Casillas ningún portero había dejado su portería a cero en los cinco primeros partidos de Copa del Rey.
Para ello tuvo que sacar una de sus paradas salvadoras en Cornellá-El Prat ante el Espanyol en la ida de los cuartos de final de la competición copera. En el minuto 16 ya superaba su récord de imbatibilidad que tenía marcado en 518 minutos.
Lo amplió hasta 592 minutos gracias a un mano a mano con el colombiano Jhon Córdoba que recordó, por la postura de Iker aguantando en pie hasta el último momento y sacando el esférico al lado contrario del que se vencía, a aquella parada prodigiosa en la final de Mundial de Sudáfrica ante el holandés Arjen Robben, que precedió el gol de Andrés Iniesta para conquistar el título.
Desde el 27 de noviembre no encaja un gol Casillas. Fue el día en el que el turco Umut Bulut marcó para el Galatasaray en el estadio Santiago Bernabéu en la goleada madridista (4-1).
EFE