Las violentas protestas en Ucrania ya han cobrado dos muertos, pero los actos vandálicos no han mermado.
Según el Ministerio del Interior del país, un manifestante falleció en el centro de Kiev; mientras que los activistas alertaron que otro joven murió tras caer de una estructura a las puertas de un estadio.
Imágenes de los choques más recientes muestran a los protestantes arrojando piedras, bombas aturdidoras y bengalas, que terminaron prendiendo fuego a los policías que repelían el ataque.
Se observa cómo se prendían uno a uno varios efectivos y la reacción era inmediata de los bomberos, que esta vez no tenían que salvar inmuebles de ser calcinados sino a personas vivas de las llamas.
Además de con agua, los agentes fueron arrojados contra el suelo para mitigar el fuego. Varios resultaron con quemaduras.
El nuevo detonante del descontento opositor fue la reciente aprobación de un paquete de leyes que coartan la libertad de reunión al prohibir la instalación de tiendas, altavoces y escenarios en lugares públicos, y permitir la detención de manifestantes ataviados con cascos o máscaras.
