Atlético de Madrid y Barcelona dignificaron la Liga de Campeones. Rentabilizaron el precio de la entrada y centraron los focos del mundo del balón. Un golazo de Diego y otro tanto de Neymar, que le sirvió en bandeja Iniesta, fueron las acciones protagonistas de un choque en el que no se desperdició nada. El Vicente Calderón dará el nombre del semifinalista. La cuenta atrás ya ha empezado.
Desde el pitido inicial, el Atlético de Madrid demostró su prisa por mover la eliminatoria. En ningún momento esperó a su rival y fue a por el Barcelona sin complejos. Simeone tenía estudiada la teoría ante los chicos de Tata Martino y mandó a los suyos al frente de batalla, situado en el campo culé, a pecho descubierto.
Diego Costa peleó todos los balones posibles y tras ver como se lesionaba Piqué cuando ambos luchaban un balón aéreo, pocos minutos después la suerte le dio la espalda. Un problema muscular dejó k.o. al atacante colchonero. Villa tuvo que tomar galones olvidando así el error en la primera ocasión del partido. Un disparo desde dentro del área del asturiano se había ido fuera ante la mirada de un Pinto que no se escondió en ningún momento. Entró en juego, jugó en corto desde atrás y se olvidó de todos los focos que aglutinó. En el gol, poco pudo hacer más allá de aplaudir a Diego.
Mientras Arda, Gabi, Koke y Tiago corrían, no daban un paso atrás, cerraban todos los espacios posibles y trataban de ahogar a un Barcelona que sólo tomaba aire con Iniesta y Messi, Courtois sólo tuvo que intervenir en un inocente cabezazo de Neymar, algo muy pobre respecto a lo que vendría minutos después.
La escasa movilidad del balón por parte de los locales permitía que sólo una maravilla de Messi terminara con un pase en profundidad sobre Iniesta y Godín saliendo al cruce para despejar el disparo.
Mucho mérito tuvo el Atlético de Madrid al conseguir que los culés no lograran visitar a Courtois hasta el minuto 22 y terminaran la primera mitad con el susto en el cuerpo. Villa tuvo intención, pero no estuvo acertado en el primer acto en su regreso al Camp Nou. Se pidió una posible mano de Bartra en la segunda ocasión del ex azulgrana ante un acción rápida del Atlético, pero el árbitro germano dejó seguir una acción que dejó muchas dudas.
Cosas del destino, el jugador que había entrado en lugar de Diego Costa, el brasileño Diego Ribas, fue el encargado de recolectar los frutos cosechados durante el primer acto. En la zona de tres cuartos de campo recogió el esférico, dejó atrás a Xavi y se sacó un potente disparo que se coló por la misma escuadra de la meta local. El medio colchonero desatascó un partido que se le atragantaba al Barcelona y que se colocaba justo en el lugar perfecto para los de Simeone.
La ventaja en el marcador significó que los hombres de Simeone multiplicaran las ayudas en defensa, cortaran la circulación de balón de los culés y obligaran a que el peligro local llegara sólo gracias a disparos desde media distancia. No había tiempo para las dudas o los descansos, algo que dejó bien claro Busquets probando a Courtois desde fuera del área. El belga siguió a lo suyo, estirada y fuera el peligro.
Un descuido. Una mala salida del balón. Una mínima falta de intensidad, y el Barcelona no perdona. Arda lo vivió en sus propias carnes. Estuvo muy lento el turco, Alexis le robó la cartera e Iniesta moldeó la cosa. En la zona de tres cuartos sacó una línea perfecta ante el desmarque en diagonal de Neymar desde la izquierda. La estrella brasileña, desapercibido hasta entonces, no falló en el mano a mano y cruzó el balón para igualar el choque.
Repertorio de Courtois
Con este panorama era Iniesta el encargado de tirar de galones, de demostrar su gran estado de forma y de sacar la batuta para ofrecer un perfecto recital en el ataque. Poco después del tanto, con el Barcelona jugando en el campo rival, el manchego se sacó un duro disparo que terminó con Courtois tocando el balón con la yema de los dedos. Lo justo para salvar a los suyos una vez más y dar continuidad a un recital de acciones que dieron para un perfecto álbum fotográfico.
El Atlético pasó a defender con todo mientras el Barcelona atacaba con Iniesta y las intermitencias de Messi y Neymar. Los minutos pasaban y por suerte para los seguidores del balón, espera un partido de vuelta sin freno, sin tiempo para especulaciones y con un ritmo frenético digno de un partido de las últimas rondas de la máxima competición continental. El asalto ha terminado, pero queda mucho combate por delante....