El presidente de EE.UU., Barack Obama, telefoneó a su homólogo de Turquía, Abdulá Gul, para expresarle sus condolencias por el accidente del martes en la mina de Soma, en el que murieron al menos 300 obreros, y ofrecerle ayuda al respecto.
Obama transmitió a Gul sus "sentidas condolencias en el nombre del pueblo estadounidense y para el pueblo turco por el trágico accidente" en la mina situada en Turquía occidental, cuyas causas no se han aclarado por ahora.
"El presidente Obama expresó que nuestras oraciones están con las familias y seres queridos de los que sufrieron este accidente, e indicó que Estados Unidos está preparado para proporcionar cualquier asistencia que pueda ayudar a los afectados", señaló la Casa Blanca en un comunicado.
Además, el mandatario estadounidense "reafirmó la importancia que EE.UU. da a su relación con Turquía, un firme amigo y aliado de la OTAN", añade el comunicado.
La cifra de muertos en el desastre de Soma aún no se ha establecido con certeza, pero según avanzó hoy el ministro turco de Energía, Taner Yildiz, se situará entre los 299 y 302.
La empresa propietaria de la mina, Soma Holding, declinó toda responsabilidad en el accidente y aseguró no haber cometido errores, mientras continúa el descontento social contra las autoridades sobre la gestión del siniestro.
Ese malestar se evidenció también hoy en una manifestación de cientos de personas que recorrieron el centro de Soma para protestar contra las políticas económicas del gobierno, y que la Policía antidisturbios dispersó con gases lacrimógenos y cañones de agua a presión.
