La Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó que por primera vez las concentraciones mensuales de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera superaron el umbral de 400 partes por millón (ppm) en todo el hemisferio norte en abril pasado.
Ese umbral reviste una importancia simbólica y científica pues refuerza la evidencia de que la combustión de combustibles fósiles y demás actividades humanas "son las responsables del incremento constante en los gases de efecto invernadero que atrapan el calor y calientan el planeta".
Si bien los valores máximos registrados en el hemisferio norte en primavera han rebasado ya el nivel de 400 ppm, la concentración media mundial anual de CO2 superará ese umbral en 2015 o 2016.
El CO2 permanece en la atmósfera durante cientos de años. Su ciclo de vida en los océanos es aún más prolongado. Se trata del gas de efecto invernadero de origen antropógeno más importante.
A él se debe el 85 por ciento del incremento del forzamiento radiativo –con un efecto de calentamiento sobre nuestro clima– ocurrido durante el decenio 2002-2012.
"Entre 1990 y 2013, se registró un aumento del 34 por ciento en el forzamiento radiativo debido a los gases de efecto invernadero, según las últimas cifras suministradas por la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA, por siglas en inglés) de Estados Unidos, subrayó.
Según el boletín de la OMM sobre los gases de efecto invernadero, la cantidad de CO2 presente en la atmósfera alcanzó 393.1 partes por millón en 2012, es decir, un 141 por ciento con respecto al nivel preindustrial de 278 partes por millón.
Durante los diez últimos años, la cantidad de CO2 presente en la atmósfera ha experimentado en promedio un aumento de dos partes por millón por año, agregó la OMM.