Las autoridades del estado de la Florida (EEUU) ejecutarán a Eddy Wayne Davis el próximo 10 de junio
por el secuestro, violación y asesinato en 1994 de una niña de 11 años,
hija de su exnovia, informaron este martes fuentes oficiales.
El gobernador de Florida, Rick Scott, firmó ya la orden de ejecución de Wayne Davis, quien recibirá una inyección letal en una cárcel estatal del estado por el asesinato de la niña Kimberly Waters.
Los hechos ocurrieron en marzo de 1994, cuando
Davis irrumpió en el domicilio de su exnovia en el condado de Polk, en
el centro de Florida, buscaba dinero para beber y encontró a la niña
durmiendo en la cama de la madre.
El reo, según los documentos
consignados en los tribunales, le tapó la boca a la menor y la
secuestró. Poco después, violó a la niña en su casa rodante, la golpeó y
asfixió con una bolsa plástica que le colocó sobre la boca y nariz,
pese a que la menor luchó por deshacerse de ella.
Una vez consumado el delito, Davis arrojó el cadáver en un contenedor de basura.
Posteriormente,
Davis confesó ser el autor del asesinato a la Policía, que había
encontrado restos del ADN del criminal en las uñas de la niña y de esta
en las botas del hombre.
Davis será el decimoctavo reo ejecutado
en Florida durante el mandato del gobernador Scott, la mayor cifra
registrada bajo un término de gobierno.
El último reo en ser
ejecutado en Florida fue Robert Eugene Hendrix, condenado a muerte por
el asesinato en 1990 de su primo y la esposa de este. Eugene fue
ejecutado el pasado 23 de abril mediante inyección letal en la prisión
de Starke, en el norte de Florida.
EFE