El papa Francisco advierte que la Iglesia debe sorprender y no ser un elemento decorativa
En su alocución dedicada a la celebración de Pentecostés, el papa aseguró que “la Iglesia está llamada a sorprender” y que “no se resigna a ser un elemento decorativo. Es una Iglesia que no duda en salir fuera, a encontrarse con la gente, para anunciar el mensaje que le ha sido encomendado, incluso si ese mensaje molesta e inquieta a las conciencias”.
El pontífice reiteró que si la Iglesia está viva “debe siempre sorprender” pues sino “es débil, enferma y deber ser ingresada en reanimación”.
La Iglesia “nace una, universal, abierta, para abrazar al mundo sin capturar, como la columnata de la Plaza de San Pedro, cuyos dos brazos se abren para acoger y no se cierran para retener”, agregó.
Para celebrar Pentecostés, el papa había oficiado una misa esta mañana en la basílica de San Pedro y en la homilía afirmó que “un cristiano sin memoria no es un verdadero cristiano”.
Es un hombre o una mujer prisionero del momento que no sabe hacer tesoro de su historia, no sabe leerla y vivirla como historia de salvación”, dijo.