Una semana después de ganar las elecciones de Bolivia, Evo Morales fue declarado presidente. Escrutado el 99,82% de los votos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó este domingo la reelección del candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) con el 61,04% de los votos, unos tres millones. A Morales le sigue el aspirante conservador de Unión Demócrata (UD), el empresario Samuel Doria Medina, con el 24,49%. Los datos son casi los mismos que los adelantados por las encuestas a pie de urna el día de los comicios, y que todos los candidatos dieron por buenos. Pese a todo, sigue sin estar claro si Morales va a lograr copar los dos tercios de la Asamblea legislativa, cruciales para tener el control total en
Para saber el 100% de los votos aún habrá que esperar una semana más. El próximo domingo se repetirá la votación en 49 mesas electorales, cinco en el departamento de Oruro y 44 en el de Santa Cruz.
La ineficiencia del órgano electoral, que prometió el 70% de los datos oficiales la mañana posterior a los comicios, el pasado lunes, ha soliviantado a la clase política. Nadie pone en duda el resultado, porque la victoria de Morales ha sido muy abultada. Pero todos los partidos lamentan la actuación del tribunal. “Hay que ser hidalgos, pedimos disculpas a la ciudadanía”, aseguró ayer la presidenta del TSE, Wilma Velasco, antes de asegurar que “el porcentaje mínimo que falta de la repetición de la votación no tendrá incidencia en el resultado final”. Si bien, hasta conocer el 100% del escrutinio, el TSE no se compromete a determinar la composición de la Asamblea, aunque el Gobierno da por hecho que tendrá la mayoría necesaria.
A falta del 0,16% del cómputo total, según los analistas Armando Ortuño y Pablo Rossell, citados por el diario La Razón, el MAS habría logrado 84 diputados de 130, por lo que se quedaría a tres de lograr los dos tercios en la Cámara baja. Donde parece no haber dudas es en el Senado, donde consiguió 25 de 36, uno más de los necesarios. En la Asamblea legislativa, la suma de los dos órganos (166), alcanzaría 109 de los 111 que requiere para controlar las decisiones de los próximos cinco años. Aún así, la distancia con la oposición se antoja abismal. Los 46 escaños restantes se distribuyen de la siguiente forma: 33 para UD, 11 para el Partido Demócrata Cristiano (PDC, el 9% de los votos) y uno tanto para el Partido Verde de Bolivia (PVB, 2,79%) como para el Movimiento Sin Miedo (MSM, 2,72%).EL PAIS