Tras 40 años de la Guerra Fría, una estructura de hormigón de 155 kilómetros separaban a los alemanes en Berlín a causa de lo que unos llamaron “protección de los ideales demócratas” y otros aseguraban “una manera de evitar la emigración”. Hoy se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín, un símbolo de lucha pacífica por la reunificación de un territorio deteriorado por conflictos.
Durante casi tres décadas, y algunos historiadores señalan más de cuatro, por la crisis financiera que reinó en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, los alemanes vivieron las consecuencias de las negociaciones silenciosas de los poderes mundiales con respecto al futuro geopolítico de Alemania que se materializó en una muralla que dividía a la ciudad de Berlín.
Las construcciones de esta estructura fueron anunciadas de manera discreta y se anunciaron a los miembros de Partido Socialista Unificado de la República Democrática Alemana con menos de una semana de antelación.
El alcalde socialdemócrata de Berlín, Willy Brandt denominó la construcción como “El Muro de la vergüenza”, precisamente por el impedimiento a los pobladores de escoger el sistema político que gobernaría la región.
El primer secretario de Asuntos Políticos, Culturales y de Prensa de la Embajada de Alemania, Moritz Jacobshagen, indicó a Noticias24 que el contexto político de la Alemania de aquel entonces “era sumamente complicado”.
“Fue muy complicado para la parte oriental de Alemania porque allí había un pueblo que después de 40 años viviendo separados de la otra mitad del país, ya estaba cansado de no poder ir a visitar a sus familiares que vivían en la otra parte de Alemania y había cada vez más descontento”, dijo Jacobshagen.
155 kilómetros de perímetro, rodeados de 302 torres de observación y vigilado por unos 11.000 soldados fueron el obstáculo de un alrededor de 136 personas que perdieron la vida en el intento de cruzar la estructura.
Quienes lograban cruzarla, conseguían mantener sus empleos en el Berlín de occidente, el cual significaba recibir salarios más altos y vivir en casas subsidiadas.
Luego de 28 años de división, los ciudadanos de Berlín Oriental al fin atravesaron las fronteras cuando el exfuncionario del Partido Socialista Unificado de Alemania, Günter Schabowski indicó a la prensa la liberalización del régimen de viajes, señalando que las personas no tendrían que presentar motivos para salir de este territorio.
Fue entonces cuando el 9 de noviembre, el Gobierno de la República Democrática Alemanaintentó retroceder y ordenar a las personas a formar cola en la oficina de migración al día siguiente, pero ya era muy tarde.
Miles de personas que vivieron en la zona durante años, gritaron de inmediato a los funcionarios que resguardaban la estructura: “¡Abajo el Muro!”. Sin disparar un tiro, los oficiales del cruce abren las barreras y suspenden los controles. En los 45 minutos siguientes cruzan al oeste alrededor de 20.000 ciudadanos de la Re´publica Democrática Alemana.
Jacobshagen señaló que un aspecto importante es que “nunca derivó en violencia” el traslado de las personas luego de esta noticia.
“La gente salió a protestar pero de una manera muy pacífica y al final se llegó a una regulación con un impacto altísimo pero con ninguna gota de sangre”, manifestó.
A los días de este hecho, alemanes comenzaron martillar y a romper partes de los miles de metros del muro, como símbolo de “la victoria” de esa lucha por la democracia.
El alcalde de Berlín, Walter Momper, pronunció un discurso en Bonn, capital de la Alemania occidental, en el que resume la sensación que recorre todo el país: “Anoche el pueblo alemán fue el pueblo más feliz del mundo”.
Transición
Jacobshagen señaló que la transición hacia la reunificación del territorio “fue un proceso muy complicado” de manera económica, en su mayoría, porque “el Gobierno de la Alemania Federal, de la Alemania Unificada, invirtió cerca de 1 millón de millones de euros para la reconstrucción de la parte oriental del país“.
“Hasta hoy día estamos todos pagando un llamado ‘Impuesto de la Solidaridad’ que es para la reconstrucción de la parte oriental de Alemania y cabe destacar que todos los alemanes lo pagamos con mucho gusto porque es mucho más importante la unidad nacional y este resultado de la reunificación pacífica, que el dinero que nos quitan todos los meses de nuestro salario“, dijo.
“La caída del muro no solo fue el fin de la separación de Alemania, sino el fin de la separación del mundo también (…) Al final de la guerra fría hubo un impacto positivo para el mundo en general”, afirmó Jacobshagen.
Actividades
En Berlín, se inauguró el pasado viernes una “recreación” del muro propuesta por dos artistas alemanes, los hermanos Bauder, quienes preparan la elevación de 8.000 globos iluminados colocados a lo largo de 15 kilómetros como símbolo de la unificación de Berlín.
Los globos de la “Frontera luminosa” (“Lichtgrenze”) llevarán los mensajes de unos 8.000 “padrinos” reunidos gracias a internet.
Estos globos, símbolo de una frontera que se borra, serán finalmente lanzados hoy al anochecer en el cielo berlinés, acompañados por la música del último movimiento de la 9ª sinfonía de Ludwig van Beethoven –La Oda a la Alegría–, que ahora es el himno de la Unión Europea.
La canciller Angela Merkel, que creció en la RDA y vivía en Berlín Este en 1989, se refirió el sábado en su podcast semanal a su “sentimiento indescriptible” de esa noche.
“Nunca lo olvidaré”, afirmó la jefa del gobierno alemán, que hoy inaugurará la nueva exposición permanente del Memorial del Muro y asistirá a un concierto en la sala del BerlinerEnsemble, que antes fuera el Teatro Bertold Brecht.
En cuanto a las actividades en Venezuela por la conmemoración de la caída del Muro de Berlín, el primer secretario de Asuntos Políticos, Culturales y de Prensa de la Embajada de Alemania, Moritz Jacobshagen, expresó que la embajada “se había adelantado con esa celebración”. “Lo hicimos en octubre con una fiesta electrónica, donde participaron varios dj’s de la ciudad de Berlín y se realizó el simulacro de demolición del muro”.
Sin embargo, este domingo la Embajada de Alemania en Venezuela realizará actividades en la Plaza Sucre de Petare donde habrá un evento con representantes alemanes y un ex embajador venezolano en Alemania y en el Centro de Arte “Los Galpones” a las 3.30 pm se realizará un conversatorio de a Caída del Muro.
N24