La exposición prenatal a aire contaminado, en concreto a hidrocarburos aromáticos policíclicos o HAP, aumenta las probabilidades de problemas de conducta asociados con el trastorno de hiperactividad por déficit de atención o TDAH a los 9 años, según los investigadores del Centro Columbia de Salud Ambiental Infantil de la Escuela de Salud Pública de Mailman (EE.UU.).
Tras analizar a 233 mujeres embarazadas no fumadoras, residentes en Nueva York, y a sus hijos, desde el embarazo hasta la niñez, comprobaron que los niños nacidos de madres expuestas a altos niveles de HAP durante el embarazo tenían cinco veces más probabilidades de lo habitual de tener síntomas que caracterizan el TDAH. El estudio, que se publica en «PLoS ONE» es el primero en explorar la conexión entre la exposición al HAP prenatal y el TDAH en los niños en edad escolar.
«Este estudio sugiere que la exposición a estos contaminantes presentes en el aire de ciudades como Nueva York puede desempeñar un papel en la aparición de TDAH durante la infancia», señala la investigadora Frederica Perera. Y añade: «los resultados son preocupantes porque los problemas de atención influyen en el rendimiento escolar, las relaciones sociales y en el trabajo».
Causas múltiples
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) estiman que alrededor del 10% de los niños estadounidenses tienen alguno de los tres tipos de TDAH (en España se calcula que la cifra oscila entre el l 3 y 7% de la población infanto-juvenil): falta de atención, dificultades para concentrarse y facilidad para distraerse; TDAH hiperactivo e impulsivo, o una combinación de los dos. Poco se sabe acerca de las causas del TDAH, pero, además de los genes, se sospecha que los factores ambientales pueden desempeñar un papel relevante.
Los HAP son contaminantes tóxicos de aire que son generados por muchas fuentes, como el tráfico, las calderas de calefacción y las plantas generadoras de electricidad que utilizan combustibles fósiles. Los investigadores midieron los niveles de exposición a los HAP de las madres utilizando mediante análisis de sangre. Y la exposición infantil a HAP se midió por la presencia de metabolitos de PAH en orina a los 3 o 5 años.
Problemas de comportamiento
Los nuevos resultados se basan en estudios anteriores del mismo centro que vinculan la exposición prenatal a HAP con problemas de comportamiento y cognitivos, como el retraso en el desarrollo a los 3 años, la reducción de cociente intelectual a los 5 años y los síntomas de ansiedad y/o depresión y problemas de atención a los 6 y 7 años.
Pero los investigadores no saben con exactitud cuál es el mecanismo por el cual la exposición HAP aumenta la probabilidad de TDAH, pero en el estudio se sugieren varias posibilidades, incluyendo la interrupción del sistema endocrino, el daño del ADN, el estrés oxidativo y la interferencia con factores de crecimiento de la placenta, lo que produce una disminución en el intercambio de oxígeno y nutrientes.
Aunque reconocen que hacen falta más investigación para entender completamente esta relación, los investigadores dicen que los resultados son preocupantes ya que los niños con TDAH tienen un mayor riesgo de conductas de riesgo, bajo rendimiento académico, etc.ABC