Los primeros insectos que habitaron la Tierra se originaron hace unos 480 millones de años y 80 millones de años después desarrollaron su habilidad de volar, según un estudio divulgado este jueves.
La investigación, publicada en la revista "Science", participaron más de cien investigadores de 16 países, incluidos cinco expertos de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO).
"Nuestra investigación muestra que los insectos se originaron al mismo tiempo que las primeras plantas terrestres, hace unos 480 millones de años", dijo el director de la Colección Nacional Australiana de Insectos de CSIRO, David Yeates, en un comunicado de la organización.
"Los primeros insectos probablemente se parecían a los actuales pececillos de plata (Lepisma Saccharina)", indicó el científico.
Yeates explicó que hace 400 millones de años los ancestros de las libélulas y las cachipollas comenzaron a desarrollar alas, "lo que les dio la posibilidad de volar largas distancias antes de pudiera hacerlo cualquier otro animal".
Las antiguas libélulas desarrollaron alas que alcanzaron una extensión, de punta a punta, de unos 70 centímetros, además de unas fuertes mandíbulas.
"Esta transformación, que ocurrió cuando las plantas terrestres comenzaron a alcanzar altura, demostró la capacidad de los insectos de adaptarse rápidamente a los cambios ambientales", acotó.
Esta investigación liderada por el científico alemán Bernhard Misof confirma que mientras la crisis en la biodiversidad desencadenó extinciones masivas en otros grupos de seres vivos, como los dinosaurios, los insectos sobrevivieron a diversas situaciones adaptándose a las nuevas.
La reconstrucción del árbol genealógico de los insectos se hizo a través del análisis de las secuencias de ADN de unos 140 ejemplares y el estudio de las relaciones entre los principales grupos, además de la comparación de datos obtenidos de fósiles, entre otros.
La investigación, publicada en la revista "Science", participaron más de cien investigadores de 16 países, incluidos cinco expertos de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO).
"Nuestra investigación muestra que los insectos se originaron al mismo tiempo que las primeras plantas terrestres, hace unos 480 millones de años", dijo el director de la Colección Nacional Australiana de Insectos de CSIRO, David Yeates, en un comunicado de la organización.
"Los primeros insectos probablemente se parecían a los actuales pececillos de plata (Lepisma Saccharina)", indicó el científico.
Yeates explicó que hace 400 millones de años los ancestros de las libélulas y las cachipollas comenzaron a desarrollar alas, "lo que les dio la posibilidad de volar largas distancias antes de pudiera hacerlo cualquier otro animal".
Las antiguas libélulas desarrollaron alas que alcanzaron una extensión, de punta a punta, de unos 70 centímetros, además de unas fuertes mandíbulas.
"Esta transformación, que ocurrió cuando las plantas terrestres comenzaron a alcanzar altura, demostró la capacidad de los insectos de adaptarse rápidamente a los cambios ambientales", acotó.
Esta investigación liderada por el científico alemán Bernhard Misof confirma que mientras la crisis en la biodiversidad desencadenó extinciones masivas en otros grupos de seres vivos, como los dinosaurios, los insectos sobrevivieron a diversas situaciones adaptándose a las nuevas.
La reconstrucción del árbol genealógico de los insectos se hizo a través del análisis de las secuencias de ADN de unos 140 ejemplares y el estudio de las relaciones entre los principales grupos, además de la comparación de datos obtenidos de fósiles, entre otros.
EFE