(Nueva York, 27 de diciembre. Reuters).- Desde la crisis financiera en Rusia a la ciberguerra de Corea del Norte, el 2014 ha generado nuevos focos de atención en sus últimos días, anticipando un 2015 igual de turbulento.
Casi todas las principales confrontaciones, como la batalla contra los combatientes del Estado Islámico, el enfrentamiento de Occidente con Rusia por Ucrania y la lucha contra el ébola, seguirán en marcha.
Y otras nuevas batallas podrían comenzar en breve.
“Normalmente, en un año como este se podría esperar que las cosas se calmen”, dijo John Bassett, ex alto cargo de la agencia de inteligencia británica Gchq y ahora asociado en la Universidad de Oxford. “Pero ninguno de estos problemas ha sido resuelto y sus catalizadores no se han disipado”, dijo.
Las causas son variadas, como un cambio global del poder económico desde Occidente, las nuevas tecnologías, las rivalidades regionales y la ira por la creciente desigualdad en el reparto de la riqueza.
En junio, un informe del Institute for Economics and Peace mostró que el índice que mide la paz mundial caía por séptimo año consecutivo desde 2007, revirtiendo una tendencia de mejora durante décadas.
El mismo grupo dijo en noviembre que los ataques de insurgentes con muertes aumentaron un 60 por ciento hasta alcanzar un récord, principalmente en Irak, Siria, Afganistán, Pakistán y Nigeria, en un momento en el que la capacidad de Occidente para responder militarmente está condicionada a los reducidos presupuestos de Defensa de Washington y sus aliados europeos.
Enigma ruso
Si bien los funcionarios occidentales esperan que la crisis económica de Rusia frene las ambiciones de Vladimir Putin, otros temen que lo pueda volver más impredecible.
“No va a hacer necesariamente que Rusia se comporte mejor”, dijo Christopher Harmer, un ex piloto estadounidense que ahora forma parte del Instituto para el Estudio de la Guerra.
Los responsables de la Otan dicen que la alianza consideraría como un acto de guerra cualquier agresión, incluso encubierta, en los estados bálticos pertenecientes al grupo.
China está aumentando su poderío militar y reclama actualmente casi todo el Mar del Sur de China, que se cree que es rico en petróleo y gas. Brunéi, Malasia, Filipinas, Vietnam y Taiwán también han hecho reclamos sobre el territorio.
En el Mar de China Oriental, en tanto, una serie de islotes reclamados por China y Japón han tensado gravemente las relaciones entre ambos países.
Este mes, Washington acusó a Pyongyang de lanzar un ciberataque contra Sony Pictures después de hacer una película sobre el asesinato ficticio del líder Kim Jong Un. Corea del Norte ha rechazado la acusación.
“El reciente pirateo a Sony ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Occidente a la creciente amenaza que suponen los ciberataques”, dijo Alastair Newton, analista político de Nomura.
Vorágine de Oriente próximo
Hacer retroceder al Estado Islámico en Irak y Siria es una alta prioridad para los países de Occidente, las potencias del Golfo Pérsico y Turquía, Rusia y China.
Sin embargo, que todos estos países puedan limar sus diferencias sobre el destino del presidente sirio, Bashar al- Assad, sigue siendo incierto.
Algunos ya están preocupados de que la operación contra el Estados Islámico, que inicialmente buscaba salvaguardar a las minorías de refugiados en el norte de Irak, está sufriendo una ampliación de actividades al avistarse las próximas elecciones de Estados Unidos.
Más de 1.000 miembros de la 82ª División Aerotransportada de Estados Unidos serán desplegados en Irak en Año Nuevo para ayudar a entrenar a las fuerzas iraquíes.
Los primeros meses de 2015 también serán clave para detener a un enemigo muy diferente: el ébola.
Un gran despliegue estadounidense para construir centros de tratamiento en Liberia tiene como objetivo ayudar a ralentizar la aparición de nuevos casos, pero el virus se sigue extendiendo en Sierra Leona y Guinea.
“Realmente es un abanico inusualmente amplio de desafíos”, dijo Kathleen Hicks, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.