(LA HABANA, 26 de diciembre Reuters) – Luis Abel Bango se pasó siete años en busca de su sueño: Un Chevy Bel Air 1957. Y finalmente lo encontró en el extremo más occidental de Cuba, comprándolo a su dueño original en 7.000 dólares.
“Fui a todas partes buscando lo que quería. A Las Villas, el centro de Cuba. Tuve que ir hasta la punta de Pinar del Río para encontrar éste”, dijo Bango.
Aunque la mayoría de los Chevys de 1957 que encontró estaban golpeados y sin piezas originales, el auto de cuatro puertas blanco y negro se había mantenido intacto en manos de su propietario original.
“Casi completo el paquete”, dijo Bango en alusión al automóvil.
Se estima que por las carreteras de Cuba ruedan 60.000 coches antiguos llegados antes de la revolución de 1959, pero encontrar uno que tenga valor para los coleccionistas es un reto.
Por cada una de estas joyas antiguas hay miles de autos golpeados y que en general no cuentan con sus piezas originales.
Cuba y Estados Unidos anunciaron la semana pasada el relanzamiento de las relaciones diplomáticas que fueron cortadas hace casi seis décadas.
En el marco del acercamiento bilateral, el presidente Barack Obama planea flexibilizar las sanciones económicas impuestas al Gobierno comunista. En un país de escasez crónica agravada por el embargo comercial, los cubanos mantienen los coches de antes de la revolución y han tenido que improvisar muchas de sus partes y piezas.
La mayoría de los coches fabricados antes de la revolución de 1959 se emplean en el transporte urbano en Cuba y han sufrido los baches de las carreteras de la isla y reparaciones que podrían espantar a los más puristas.Aún así, los coleccionistas estadounidenses que esperan la llegada de una ola de autos clásicos al mercado tendrán que moderar sus expectativas. Incluso si Estados Unidos levanta completamente su embargo comercial, una ley cubana prohíbe exportar desde el 2010 los autos que ruedan en la isla.
Los techos de los convertibles se suelen sustituir con láminas de plástico y muchos motores originales de gasolina son reemplazados por otros de diesel, que son más económicos para hacerlos funcionar.
“Lo que se está viendo es un montón de carros que son unos monstruos rodantes, unidos con cinta adhesiva y alambre”, dijo Lance Lambert, presentador del programa estadounidense de televisión Vintage Vehicles.
Alejandro Torres, un mecánico de Cuba, compró un Chevrolet 57 con sólo 74.000 millas (119.000 kilómetros) recorridas a su propietario original hace 10 años.
“Si con 50.000 dólares pudiera comprar ahora mismo un carro moderno diesel en cualquier lado, pudiera ser”, dijo Torres.Torres dijo que había rechazado ofertas por 50.000 dólares por ese auto, aunque en Estados Unidos el valor en excelentes condiciones es de 28.100 dólares.
Bajo el sistema unipartidista de Cuba, el mercado de automóviles nuevos está estrechamente regulado y un sedán nuevo cuesta uno 200.000 dólares. Durante décadas sólo los vehículos previosa la revolución podían ser comprados y vendidos libremente, y por eso muchos de ellos se han mantenido rodando.
Los Chevy parecen ser los más comunes desde principios de la década de 1950, aunque también hay modelos de Ford, Buick, Plymouth, DeSoto y Oldsmobile. De vez en cuando se puede observar un gigantesco Cadillac de la década de 1940 o principios de los 50.
“Hay una gran cantidad de estadounidenses que tienen el sueño de encontrar un coche raro en Cuba”, dijo Bill Warner, fundador y presidente de la exhibición de autos Amelia Island Concours d’Elegance.
“En general, los coches que usted ve en la televisión están realmente bastante refaccionados. Usted podría encontrar mejores autos aquí en Estados Unidos”, apuntó.
Algunos coches de Cuba podrían tener valor como novedad, pero “para los coleccionistas serios la novedad pronto desaparecerá”, dijo Phil Skinner, editor de Kelley Blue Book, que enumera los precios de los autos nuevos y usados.
MÁS VALIOSO EN CUBA
El eventual levantamiento del embargo estadounidense mayormente ayudaría a los propietarios de automóviles clásicos a comprar repuestos.
La mayor parte de los coches son mucho más valiosos en Cuba que en Estados Unidos. Una razón es que han perdido muchas piezas originales que anhelan los coleccionistas, pero además estos automóviles proporcionan un ingreso crucial para sus propietarios.
Como taxis, sus famosos interiores espaciosos tienen capacidad para media docena de pasajeros. Los cubanos los rentan por el equivalente a 0,40 centavos de dólar, mientras que a los turistas les gusta dar un paseo en los convertibles engalanados por unos 30 dólares la hora.
En Estados Unidos, el Chevy Bel Air 57 es quizás el más codiciado, aunque los cubanos tienden a preferir los modelos de 1955 y 1956.
En Estados Unidos, el Chevy Bel Air 57 es quizás el más codiciado, aunque los cubanos tienden a preferir los modelos de 1955 y 1956.
El “Kelley Blue Book Early Model Guide” valora un Chevy convertible de dos puertas y sin columnas en excelentes condiciones, en 86.200 dólares, aunque el coche adecuado puede ascender a más de 100.000 dólares para el coleccionista, según expertos.
Roland Franz Henning, un alemán que reside en Cuba, dijo que es propietario de un Chevy Bel Air 1957 de dos puertas, pintado de blanco y azul. Un detalle importante es que no tiene las ventanas laterales delanteras y traseras divididas.
“Sólo hay tres como este, en esta condición, en toda Cuba”, dijo Henning. “Se ve como el del folleto 1957″.
Bango, integrante del Club V8 de La Habana, tuvo el Chevy del 57 en mente cuando decidió restaurar un viejo coche para las excursiones de fin de semana del club.
Mientras que los modelos de dos puertas son más valiosos, él prefiere el auto de cuatro puertas. Después de su larga búsqueda, finalmente encontró uno sin la división en las ventanas.
El día de Navidad fue a ver su auto en el garaje del mecánico, Santiago Rodríguez, otro miembro del club V8 que adora los coches antiguos.
El auto necesitó ser desmontado para un diagnóstico completo y un nuevo trabajo de pintura.
El automóvil blanco y negro está prácticamente desarmado y Rodríguez lo fue reconstruyendo de a poco, metódicamente. El proyecto se paralizó durante varios años mientras reunía las piezas que necesitaba.
El automóvil blanco y negro está prácticamente desarmado y Rodríguez lo fue reconstruyendo de a poco, metódicamente. El proyecto se paralizó durante varios años mientras reunía las piezas que necesitaba.
Bango quiso que tuviera más potencia, por lo que está reemplazando el motor de seis cilindros en línea por uno de 1970 de la era Chevy V8. Esa modificación reduciría su valor en el mercado de Estados Unidos, pero sostiene que no lo vendería aunque estuviera permitido.
“Me ofrecieron 27.000 dólares tal como está, en piezas y sin terminar. No lo quiero vender. Es para el club. Es para mí”, dijo Bango.