El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró este viernes que respeta el "derecho" de su par chilena, Michelle Bachelet, de no asistir a la toma de posesión de su tercer mandato el próximo 22 de enero, y negó que no haya sido invitada oficialmente, como afirmaron autoridades chilenas.
"Si (Bachelet) no quiere visitarnos, respetamos su derecho", sostuvo el gobernante, consultado en una rueda de prensa sobre la ausencia de Bachelet en el acto de posesión de enero próximo.
Aseguró que "los bolivianos y el gobierno históricamente" no hicieron "ningún daño a Chile" y que las autoridades nacionales efectúan visitas oficiales a ese país pese a que desde allí se hizo "daño" a Bolivia.
Morales también dijo que es "falso" que no se haya invitado a las autoridades chilenas a su toma de juramento, ya que, según dijo, la invitación fue efectuada hace "casi un mes atrás" mediante los consulados de Chile y Bolivia en cada país.
Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio a manos de tropas chilenas en la Guerra del Pacífico, librada en 1879.
Los dos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1962, salvo un paréntesis de 1975 a 1978, por la falta de solución al reclamo marítimo boliviano, si bien mantienen consulados generales en La Paz y Santiago.
El Gobierno de Morales presentó en 2013 una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para reclamar un fallo que obligue a Chile a negociar en firme y de buena fe su reclamo de una restitución del acceso soberano al Pacífico.
El argumento de la demanda boliviana es que históricamente varias autoridades chilenas hicieron ofertas para resolver el conflicto, pero no se concretaron.
El Gobierno de Bachelet ha rechazado este reclamo alegando que los límites quedaron zanjados en un tratado firmado en 1904, 25 años después de la llamada Guerra del Pacífico, y alega que la Corte no tiene competencia para tramitar la demanda pues se creó después de de la firma de ese tratado.
Paralelamente, los Gobiernos de ambos países realizan campañas para explicar a la comunidad internacional sus respectivas posturas sobre esta controversia.
"Si (Bachelet) no quiere visitarnos, respetamos su derecho", sostuvo el gobernante, consultado en una rueda de prensa sobre la ausencia de Bachelet en el acto de posesión de enero próximo.
Aseguró que "los bolivianos y el gobierno históricamente" no hicieron "ningún daño a Chile" y que las autoridades nacionales efectúan visitas oficiales a ese país pese a que desde allí se hizo "daño" a Bolivia.
Morales también dijo que es "falso" que no se haya invitado a las autoridades chilenas a su toma de juramento, ya que, según dijo, la invitación fue efectuada hace "casi un mes atrás" mediante los consulados de Chile y Bolivia en cada país.
Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio a manos de tropas chilenas en la Guerra del Pacífico, librada en 1879.
Los dos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1962, salvo un paréntesis de 1975 a 1978, por la falta de solución al reclamo marítimo boliviano, si bien mantienen consulados generales en La Paz y Santiago.
El Gobierno de Morales presentó en 2013 una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para reclamar un fallo que obligue a Chile a negociar en firme y de buena fe su reclamo de una restitución del acceso soberano al Pacífico.
El argumento de la demanda boliviana es que históricamente varias autoridades chilenas hicieron ofertas para resolver el conflicto, pero no se concretaron.
El Gobierno de Bachelet ha rechazado este reclamo alegando que los límites quedaron zanjados en un tratado firmado en 1904, 25 años después de la llamada Guerra del Pacífico, y alega que la Corte no tiene competencia para tramitar la demanda pues se creó después de de la firma de ese tratado.
Paralelamente, los Gobiernos de ambos países realizan campañas para explicar a la comunidad internacional sus respectivas posturas sobre esta controversia.
EFE