IPS).- En reservorios ubicados hasta 7.000 metros de profundidad desde la superficie del océano y a más de 250 kilómetros de la costa, Brasil ha encontrado bajo una enorme capa de sal un tesoro de petróleo, conocido como presal, cuya explotación creó nuevos desafíos tecnológicos para el país.
Desde un laboratorio de tecnología submarina a un parque internacional tecnológico, un gran desarrollo ha ido emergiendo en torno al presal en Río de Janeiro, que se ha convertido en un foco de atracción para la industria de la innovación, cambiando el perfil de una ciudad que hasta ahora era conocida en el mundo por sus playas, sus carnavales y su turismo.
El especialista del laboratorio de Tecnología Submarina de la Universidad de Rio de Janeiro, Ilson Pasqualino, asegura que el presal ha motivado a nuevos desafíos por encontrarse en condiciones de operación y de gran profundidad que llega a los 2000 metros y que la presión es compatible con 7000 metros de profundidad.
Vale destacar que el presal requiere desde operaciones en amplias plataformas flotantes sujetas a las arbitrariedades meteorológicas y de corrientes oceánicas, hasta utilizar sistemas operativos submarinos que demandan electrificación y servicios de mantenimiento remoto