Miles de manifestantes inundaron las calles de las principales ciudades de Estados Unidos el jueves por la noche para protestar por la decisión del día anterior de un tribunal de no presentar cargos contra un agente de la policía blanco en Nueva York que en julio mató a Eric Garner, un hombre afroamericano desarmado.
Por segunda noche consecutiva, las multitudes se concentraron en Nueva York, Boston, Chicago, Pittsburgh y Washington para expresar su rechazo al sistema judicial. En Nueva York, más de 200 personas fueron arrestadas. En Washington, los manifestantes ocuparon las principales arterias cercanas a la Casa Blanca, mientras el presidente Obama y su familia celebraban la iluminación de su árbol de Navidad.
La absolución del policía que mató a Garner se produjo poco después de una decisión similar de no acusar criminalmente al policía qué disparó y mató al adolescente también afroamericano Michael Brown en Ferguson, en agosto.
Un grupo de cinco expertos en derechos humanos de Naciones Unidas ha expresado sus preocupaciones por estas decisiones y el debate sobre la presunta brutalidad policial contra la minoría afroamericana.
En rueda de prensa en Ginebra, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, urgió a Estados Unidos a que tome medidas.
"La semana pasada el Alto Comisionado dijo que está claro que al menos en algunos sectores de la población en EE.UU. hay una profunda desconfianza en la equidad del sistema de justicia y la aplicación de la ley. Por eso pedimos a las autoridades estadounidenses que aprovechen esta oportunidad para llevar a cabo investigaciones realmente a fondo", dijo.
La relatora especial sobre los derechos de las minorías Rita Izsak dijo estar preocupada por "las evidencias aparentemente contradictorias" en ambos incidentes.
Además, el relator especial sobre el racismo Mutama Ruteree dijo que los afroamericanos son 10 veces más propensos que los blancos a ser detenidos por la policía y que estas prácticas deberían ser erradicadas.
