Dos relatores de Naciones Unidas solicitaron este martes a las autoridades de Estados Unidos y a las de Texas que detengan la ejecución de Scott Panetti un preso que sufre esquizofrenia y que será ejecutado el miércoles.
"Es una violación de las salvaguardas sobre la pena capital imponer la pena de muerte a individuos que sufren discapacidades psicológicas", advirtió el relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, Christof Heyns.
"Llevar adelante la pena de muerte bajo estas condiciones puede considerarse como una ejecución arbitraria", dijo.
El relator sobre la Tortura y otros Tratos Degradantes o Inhumanos, Juan Méndez, recordó que la ley internacional considera que la imposición de la pena capital a una persona con discapacidad es una forma de tortura o de trato degradante e inhumano.
Los relatores recuerdan que Panetiti fue hospitalizado en repetidas ocasiones entre 1981 y 1992 por varias enfermedades mentales como esquizofrenia, depresión, ilusiones y alucinaciones.
Panetti asesinó en 1992 a sus suegros y secuestró a su esposa y a su hija de tres años en Fredricksburg (Texas).
Durante su juicio, en 1995, Panetti se defendió a sí mismo disfrazado de vaquero y trató de llamar a más de 200 testigos, entre ellos al expresidente asesinado John F. Kennedy, al papa Juan Pablo II y a Jesucristo.
Además, achacó los crímenes cometidos a su alter ego, "Sarge".
Desde entonces ha sido hospitalizado por psicosis y delirios en múltiples ocasiones.
"Estoy muy preocupado por el hecho de que se permitiera que Panetti se representara a sí mismo, a pesar de su condición de enfermo mental", afirmó Heyns.
Numerosas organizaciones, lideradas por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, así como médicos, religiosos y abogados, han solicitado clemencia para el condenado.
Incluso la exesposa de Panetti, Sonja Alvarado, hija de las víctimas, dijo en 1999 a través de una declaración jurada que el condenado "padece una enfermedad mental y no debería ser ejecutado"
"Dada la naturaleza irreversible de la pena de muerte, hacemos un llamamiento urgente al Gobierno de Estados Unidos y al del estado de Texas para que encuentren una manera de parar la ejecución, y esperamos que se considere conmutar la sentencia", concluyeron los relatores.
"Es una violación de las salvaguardas sobre la pena capital imponer la pena de muerte a individuos que sufren discapacidades psicológicas", advirtió el relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, Christof Heyns.
"Llevar adelante la pena de muerte bajo estas condiciones puede considerarse como una ejecución arbitraria", dijo.
El relator sobre la Tortura y otros Tratos Degradantes o Inhumanos, Juan Méndez, recordó que la ley internacional considera que la imposición de la pena capital a una persona con discapacidad es una forma de tortura o de trato degradante e inhumano.
Los relatores recuerdan que Panetiti fue hospitalizado en repetidas ocasiones entre 1981 y 1992 por varias enfermedades mentales como esquizofrenia, depresión, ilusiones y alucinaciones.
Panetti asesinó en 1992 a sus suegros y secuestró a su esposa y a su hija de tres años en Fredricksburg (Texas).
Durante su juicio, en 1995, Panetti se defendió a sí mismo disfrazado de vaquero y trató de llamar a más de 200 testigos, entre ellos al expresidente asesinado John F. Kennedy, al papa Juan Pablo II y a Jesucristo.
Además, achacó los crímenes cometidos a su alter ego, "Sarge".
Desde entonces ha sido hospitalizado por psicosis y delirios en múltiples ocasiones.
"Estoy muy preocupado por el hecho de que se permitiera que Panetti se representara a sí mismo, a pesar de su condición de enfermo mental", afirmó Heyns.
Numerosas organizaciones, lideradas por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, así como médicos, religiosos y abogados, han solicitado clemencia para el condenado.
Incluso la exesposa de Panetti, Sonja Alvarado, hija de las víctimas, dijo en 1999 a través de una declaración jurada que el condenado "padece una enfermedad mental y no debería ser ejecutado"
"Dada la naturaleza irreversible de la pena de muerte, hacemos un llamamiento urgente al Gobierno de Estados Unidos y al del estado de Texas para que encuentren una manera de parar la ejecución, y esperamos que se considere conmutar la sentencia", concluyeron los relatores.
EFE