La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que en los primeros nueve meses de 2014 murieron al menos 4.077 personas mientras intentaban migrar a otro país guiadas por traficantes de personas. La cifra representa un aumento del 70% con respecto a los decesos registrados en todo 2013.
La OIM definió a los traficantes como delincuentes que explotan la falta de oportunidades legales para los migrantes y ofrecen sus servicios –que suelen incluir transporte y documentos fraudulentos— a un costo muy alto.
Ante la proximidad del siguiente Congreso de la ONU sobre Prevención del Crimen, que tendrá lugar del 12 al 19 de abril en Doha, la agencia enfatizó la urgencia de erradicar el tráfico de personas para alcanzar un desarrollo sostenible.
"La migración es un fuerza positiva para el desarrollo. Sin embargo, cuando es organizada ilegalmente por grupos criminales, su efecto es eclipsado por el impacto negativo del crimen organizado transnacional y la corrupción", apuntó la OIM.
